EL ABORTO A LA LUZ DE LA DOCTRINA ESPIRITA PARTE 2.

Preparación de  la reencarnación
El proceso de reencarnación exige toda una planificación y preparación, que normalmente tiene inicio cuando los padres aún están en el plano espiritual.
 Ya entonces dos seres que formarán una pareja en el plano tierra, concuerdan en recibir un Espíritu como hijo, ya sea para reparar un error, ya sea para ser sometidos a una prueba, ya sea para dar continuidad a un proceso evolutivo que los une desde otras encarnaciones.

Ese compromiso da origen a un proceso altamente complejo, muy bien descrito en las obras de André Luiz, hasta que llega la ligación del Espíritu al embrión.
Cuando es llegada la época de la reencarnación, en cumplimiento del compromiso asumido por la pareja, entra en acción un equipo espiritual que inicia la preparación para ese momento.


En el momento de la fecundación, ese equipo auxilia al Ser reencarnante en un proceso de mentalización que lo llevará a reducir su periespíritu hasta el tamaño y la forma de un bebé, estableciendo un lazo fluídico con la madre, en un proceso lento y delicado que exige mucha dedicación por parte de quien auxilia y mucho coraje y determinación por parte del Espíritu que retorna al cuerpo físico.

Pero el aborto echa por tierra todo ese proceso, de forma abrupta y violenta. Normalmente, cuando el Ser reencarnante lo merece, equipos de Espíritus de la falange de María de Nazaret, hacen guardia en los locales del aborto y procuran desligar al Espíritu del feto antes de que el crimen se consume por completo, para aminorarle el sufrimiento físico. Pero muchos de ellos, de manera desesperada, intentan mantenerse ligados al cuerpo físico con la esperanza de que la madre desista de su intento.

Esa lucha del Espíritu para permanecer en el cuerpo acaba plasmando en su periespíritu una sobrecarga de energía que produce diversas deformaciones, tanto en el cuerpo fluídico como en el campo mental. Así, según descripciones hechas por Luiz Sergio en su obra "Déjenme vivir", tenemos Espíritus víctimas del aborto que presentan formas muy extrañas, como cuerpo de adulto y rostro y miembros de niño, o viceversa. Espíritus que permanecen en la forma de bebés por mucho tiempo y también los que sufren tanto con el proceso abortivo que enloquecen y necesitan de un largo tratamiento hasta conseguir resuperarse.

Pero a pesar de todos los cuidados del plano espiritual,numerosos Espíritus no consiguen recuperarse del trauma y mezclan en un mar revuelto de odio y venganza, sentimientos generalmente vueltos contra la madre o contra la persona que procedió al aborto.

Esos Espíritus, completamente desequilibrados por el acto bárbaro de que fueron víctimas, procuran entonces obsesar a esas personas de todas las formas, proceso obsesivo que es la explicación de muchos disturbios mentales que conducen, y no es raro, a la locura y el suicidio.

















CONCLUSIÓN

 A estas alturas, todos se preguntarán: Dios mío, entonces, ¿ quien ya practicó el crimen del aborto, está irremediablemente condenado a pasar por esta prueba?, ¿No existirá otra forma de reparar el mal cometido?

  Si no hubiese un medio, Dios no sería infinitamente justo y bueno, por tanto no sería Dios.

 El rescate de un crimen de aborto, como el de cualquier otro, requiere una transformación interior que los espiritas denominamos "Reforma íntima". Consiste en una revisión de nuestros conceptos y procedimientos, de nuestra forma de encarar las pequeñas y grandes pruebas del día a día que nos llevará, poco a poco, a un cambio en el comportamiento, que ciertamente nos impulsará hacia el único camino que lleva a la evolución espiritual: el camino del bien.

" La recuperación y el reajuste que el espiritismo ofrece es la de abandonar remordimientos y el inmovilismo, la culpa autodestructiva e ilusoria que busca amparo en la legislación humana"             ( Reformador)

Si dirigimos nuestras acciones al trabajo en el bien, para la práctica de la caridad, para el auxilio al prójimo necesitado, de manera sincera y dedicada, estaremos comenzando a aminorar nuestras penas futuras.

Es necesario asumir un compromiso con la vida, trabajar para que errores como estos no sean cometidos por otras personas.
 ¿Cómo? A través del trabajo junto a nuestra familia, nuestros amigos, nuestros compañeros, siempre procurando difundir un mensaje de protección y dignificación de la vida, que es el primer derecho de todo ser humano " y constituye un compromiso para todos aquellos que despiertan a una comprensión mayor de la existencia del Ser"
Son muchos los que pueden saber esto antes de cometer actos que van en contra del projimo y de si mismos, con consecuencias que  a traves de estos esclarecimientos quedan en evidencia. 

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