jueves, 21 de abril de 2016

LA VOLUNTAD

Y como todos los días se levanto el niño para la lección de una nueva virtud. Hoy como se lo habia anunciado el dia anterior  tocaba la voluntad...
 
 
-¿Tienes voluntad de levantarte, mamá?

-Sí, hombre, ya se levantará; en mala hora tu madre abrió Cátedra para ti por la mañana

temprano, que al paso que vas nos harás levantar con estrellas.

-Es que no te puedes figurar lo que me interesan los relatos de mamá, y como me

interesan tanto, todo el día me lo paso pensando en lo que me dirán el día siguiente. Ayer

me dijo que hoy hablaría sobre la voluntad, y esta palabra tiene tan distintas aplicaciones...

-Tienes razón, hijo mío, tienes razón; el mismo diccionario se las da: Es una de las

potencias del alma, que tiene por objeto el bien conocido; en Dios se toma por sus decretos

y determinaciones o disposiciones. El libre albedrío o la libre determinación. La elección

hecha por el propio dictamen o gusto, sin atención a otro respeto o reparo.

-No te canses, papá, no te canses; ayer leí todo lo que dice el diccionario concerniente a

la voluntad, y no me satisfacen las explicaciones de ese libraco; mamá, estoy seguro,

segurísimo, me hablará de otra manera respecto a la voluntad.

Salió la buena madre sonriendo y abrazó al niño como si no le hubiera visto en mucho

tiempo, mientras que su marido los contemplaba emocionado, porque indudablemente no

hay cuadro más bello que el que ofrecen los dos amores más puros de la Tierra, el amor

maternal y el amor filial; representan el árbol de la vida dando sus preciosos frutos.

Salieron los tres, pasearon un corto rato y se sentaron junto a una fuente, donde

almorzaron con gran apetito, diciendo el niño:

-Ahora viene lo mejor; ahora viene el relato sobre la voluntad.

-Relato que será muy incompleto, porque hablar de la voluntad es hablar de la mar,

mejor dicho del infinito. La voluntad es el eje que mueve la gran rueda de la vida; por la

voluntad inquebrantable de los sabios, de los exploradores, de los inventores, de los

conquistadores, de todos los hombres que han soñado con el mejoramiento de las

costumbres y el engrandecimiento de los pueblos se han obtenido los maravillosos

descubrimientos que han ensanchado los horizontes de la vida.

La firme voluntad de Cristóbal Colón dio un nuevo mundo a la católica España. Édison

ha producido una verdadera revolución con sus maravillosos inventos, porque la firmeza de

su voluntad le ha dado un poder verdaderamente sobrenatural, y si te fuera a enumerar, hijo

mío, los milagros realizados por todos los inventores y hasta dónde han llegado con sus

descubrimientos a fuerzan de trabajo y de constantes esfuerzos, no contando muchos de

ellos con más elementos que con su voluntad, porque han sido pobres, de humilde origen,

no teniendo ni familia que los protegiera ni Mecenas que les diera sombra; si me propusiera

hablarte de algunos de ellos, no concluiría nunca la relación de sus gloriosos hechos. De

esto se encarga la Historia Universal; yo te hablaré únicamente de los héroes ignorados, de

aquéllos que de pequeños infusorios han ido agrandando su círculo de acción, hasta llegar a

ser estrellas en el cielo de la vida.

-Eso me gusta mucho más; las grandezas de los pequeñitos las comprendo mejor; los

grandes hombres parece que me asustan.

-Son como los soles, deslumbran con sus rayos y no se les puede mirar de frente.

-¿Y por qué la Historia Universal no se ocupa de esos héroes ignorados?

-Tú mismo lo dices, porque se ignora la heroicidad de los pequeños. No se hace caso del

trabajo de las hormigas y en cambio se buscan con avidez los nidos de las águilas; pero

todo trabajo realizado tiene su recompensa. ¿Te acuerdas de aquel pobre ciego que a ti

tanto te llamaba la atención porque iba solo, sin lazarillo?

-Ya lo creo que me acuerdo, ¡pobrecillo!, bastantes veces le di el realito que tú me das

los domingos.

-Pues aquél era un héroe ignorado.

-Ya lo creo; no era poca su heroicidad arriesgándose por esas calles de Dios sin nadie

que le guiara, expuesto a morir aplastado entre los caballos.

-No consistía en eso su heroísmo.

-Pues, ¿en qué consistía?

-En los planes que llevaba en su pensamiento, Félix no se contentaba con la vida

humillante del mendigo; quería salir de la mendicidad; él decía, como dijo Fernán

Caballero, que el pan de la limosna alimenta, pero no nutre; y no sólo quería él salir de tan

enojosa esclavitud, sino que se propuso libertar a los demás ciegos de la tiranía de la

miseria callejera; y con admirable perseverancia trabajó sin descanso para formar una

sociedad de socorros mutuos y una sociedad musical que diera conciertos semanales en un
teatro, y logró dar el primer concierto, que obtuvo un gran éxito, y cuando las esperanzas

más risueñas le sonreían, cuando en su mente contemplaba la realización de sus sueños, la

tisis se apoderó de su endeble organismo y murió Félix y con él la emancipación de los

ciegos músicos. En su modesta tumba no se colocaron coronas; iría probablemente a la fosa

común; ¡era tan pobre! Pero a pesar de su pobreza había sido un héroe; hasta fundó un

periódico, del cual se publicaron dos o tres números. ¡Cuanta fuerza de voluntad necesitaría

Félix par conseguir lo que consiguió...! Ya ves, hijo mío, lo que se consigue con la

voluntad.

-¡Quién diría al verle tan pobrecito que pensaba cosas tan grandes!

-Por regla general, los que viven entre abrojos son los que vuelan con más rapidez hasta

llegar a la cumbre de la gloria. Me contaba mi madre que, cuando se casó, dio la vuelta al

mundo, deteniéndose un año en una ciudad de los Estados Unidos, por que mi padre

enfermó gravemente, y allí conoció a una pobre mujer casi ciega, que vivía del maná del

cielo, puede decirse, porque no quería entrar en ningún asilo benéfico y le faltaba valor

para pedir limosna; mi madre sintió por ella una compasión inmensa, y a su compasión se

unió la admiración más profunda, porque Sofía, tan falta como estaba de la luz material,

sobrada estaba de luz espiritual; no tenía la pobre ningún pariente; estaba sola en el mundo,

y le decía a mi madre: <<Yo no sé qué sentirán los locos; pero a mí me hablan, escucho

voces confusas, como si muchas personas me hablaran a un tiempo. Yo, cuando era

muchacha. escribía versos, y creo que ahora también los escribiría si tuviera un

amanuense.>> <<Yo lo seré>>, le dijo mi madre; y Sofía dictando y mi madre escribiendo,

pasaban muchas horas del día, mi madre encantada y Sofía contentísisma de haber hallado

quién la comprendiera.

Mi madre apreció en todo su valor lo que valía Sofía, y cuando se separó de ella, la dejó

modestamente instalada con una buena familia y en manos de un oculista, que la alivió

hasta el punto de no necesitar Sofía ningún amanuense para sus trabajos literarios. La

iglesia protestante le ofreció sus periódicos, y durante muchos años, Sofía defendió sus

ideales religiosos, sosteniendo polémicas con los católicos, en las cuales siempre salía

vencedora; llegó a ser una notabilidad, trabajando de noche y de día, sin cansarse nunca;

conservó con mi madre la más cariñosa correspondencia, diciéndole siempre que cuanto era

todo se lo debía a su verdadera amistad; y mi madre siempre le contestaba: <<Desengáñate,

Sofía; sin tu firme voluntad, sin tu amor al trabajo, sin tu afán por enaltecer tus ideales

religiosos, todos mis anhelos hubieran sido inútiles; tu voluntad te ha salvado, tu voluntad

me ha impulsado a favorecerte. Nadie más pobre que tú, y sin embargo, ¡cuántos tesoros

llevabas en tu mente!>>

Siguieron correspondencia muchos años, y casi simultáneamente murieron mi madre y

Sofía; esta última consiguió con su perseverancia crearse una gran familia entre los

protestantes, que le dieron honrosa sepultura y dedicaron a su memoria sentidos artículos.

Cuando mi madre la conoció era una mendiga; su firme voluntad en el trabajo le dio una

gran fortuna.

-¿Murio rica?

-No; pero murió amada, y vale más el amor que todos los tesoros terrenales.

-¡Qué buena pareja hubieran hecho Félix y Sofía!

-Es verdad, hijo mío; los dos empleaban su voluntad en ascender por la escala del

progreso. Te he citado estos dos ejemplos, porque a los dos los he conocido, a Félix

personalmente y a Sofía por sus escritos, que mi madre guardaba como oro en paño; héroes

ignorados hay muchos; lo que faltan son Diógenes que los busquen.

-¿Diógenes no iba por el mundo buscando a un hombre?
-Sí, ésa fue su constante ocupación; y por eso te digo que se necesitan muchos Diógenes

que buscaran a los héroes ignorados.

-Pues, mira, mamá, cuando yo sea hombre imitaré a Diógenes, buscaré a los héroes

escondidos en el rincón de su casa.

-Antes de buscarlos, hijo mío, conviértete tú en héroe, empleando la potencia de tu

voluntad en ser útil a tus semejantes; pon tú la primera piedra de la regeneración de tu

época; principia por buscar en ti mismo las virtudes necesarias para ser bueno por tu amor

al prójimo, para ser sabio por tus constantes estudios.

-Sí, sí, quiero emplear toda mi voluntad para ser grande.

-Es el modo mejor de emplear ese don divino que consigue hacer de un infusorio un

gigante. Yo te lo confieso, hijo mío: no me llaman la atención los sabios que han pasado su

infancia y su juventud en buenos colegios y en grandes universidades, porque su sabiduría

ha nacido entre flores, puesto que han tenido a su disposición todos los elementos

necesarios para instruirse y engrandecerse; en cambio, un infeliz que apenas sepa leer y se

dedique a investigar y a querer solucionar los problemas científicos, éste me inspira

profunda admiración, porque comprendo el esfuerzo que hace su voluntad.

-Tienes razón, mamá, tienes razón; y oye, la voluntad empleada en el ahorro también

será muy provechosa, ¿no es verdad?

-Ya lo creo que lo es; mira, ¿te acuerdas de doña Felisa?

-¿Aquella que tenía una casita muy blanca con muchas gallinas y muchos palomos?

-Sí, aquella que nació tan pobrecita que desde la tierna edad de cinco años recorría las

carreteras recogiendo el estiércol, que vendía a los jardineros; a los nueve años entró en una

Granja para guardar ovejas, ganando treinta reales al año, de los cuales no gastaba ni un

céntimo, porque iba sin zapatos ni medias, y el colono de la Granja le daba de comer y la

ropa usada de una de sus hijas. Allí estuvo hasta los 18 años; en ese tiempo le subieron el

salario, y todo lo fue colocando en la Caja de Ahorros; después sirvió en la ciudad, en casa

de un médico, donde ganaba cinco duros mensuales, los cuales unía a su pequeño

capitalito; más tarde se casó, pidiendo a su marido que le dejase emplear sus ahorros en

comprar un terreno para en él levantar una casita; su marido aprobó su plan, y construyeron

la casita blanca, donde tantas veces hemos ido a merendar.

-¡Qué buena era doña Felisa! ¡Me daba más fruta y más dulces!

-Es cierto; le gustaba mucho obsequiar a los niños, y se privaba ella de comer postres

para que se los comieran los chicuelos que siempre la rodeaban.

-¿Ésa también era un héroe ignorado?

-También, hijo mío, también, porque empleó su voluntad durante muchos años en ser

una hermana de la caridad, cuidando a su marido, que tenía una enfermedad muy mala, y

ella le cuidó con el mayor cariño de día y de noche.

-Tú has conocido a muchas personas buenas; ¿las vas buscando?

-Sí, hijo mío, porque las personas buenas son los soles que dan calor a la Humanidad.

-¿Y tú me irás diciendo dónde están esas almas tan generosas que emplean su voluntad

en hacer el bien?

-Ya lo creo que te lo diré; pues yo sostengo lo que dijo Fernán Caballero en una de sus

novelas.

-¿Y qué dijo?

-Prefiero que mi hijo sea bueno a que sea feliz.>>

-Y mañana, ¿sobre qué hablarás mamá?

-Sobre la templanza.

-Ya estoy deseando que llegue mañana.
 
Amalia Domingo Soler

jueves, 14 de abril de 2016

ANTE NUEVOS TIEMPOS

Ante nuevos tiempos que se vislumbran , todo un panorama visto desde diferentes opticas desde diferentes puntos del globo...
Mas cuantos se dedican unos pocos minutos del dia a meditar sobre la manera de enfrentar el diario vivir? Ese que conlleva a construir mejores dias que permitan una mejor convivencia para que todo lo que ocurra sea en el bien colectivo, que parta de un pensamiento claro y objetivo  pero que sean emanaciones y vibraciones unidas las que se conjuguen para  estar mas prodigos de la tan ansiada solidaridad entre los hombres, cada dia es un eslabon mas que anuncia la llegada de otro mañana y de todos depende sea mejor...

Un tiempo se acaba; nuevos tiempos se anuncian. La hora en que estamos es una hora de transición y de parto doloroso. Las formas agotadas del pasado empalidecen y se deshacen para dar lugar a otras, al principio vagas y confusas, mas que se aclaran cada vez más. En ellas se esboza el pensamiento creciente de la humanidad. El espíritu humano está trabajando, por todas partes, bajo la aparente descomposición de las ideas yde los principios; por todas partes, en la Ciencia, en el Arte, en la Filosofía y hasta en el seno de las religiones, el observador atento puede verificar que una lenta y laboriosa gestación se produce. La Ciencia, esa sobretodo, lanza en profusión simientes de ricas promesas. El siglo que comienza será el de las potentes eclosiones.
Las formas y las concepciones del pasado, decíamos, ya no son suficientes. Por mas respetable que parezca esa herencia, no obstante el sentimiento piadoso con que se pueden considerar las enseñanzas legadas por nuestros padres, se siente generalmente, se comprende que esas enseñanzas no fueron suficientes para disipar el misterio sofocante del porqué de la vida.
Se puede, todavía, en nuestra época, vivir y actuar con mas intensidad que nunca; mas, ¿se puede vivir y actuar plenamente, sin tener conciencia del fin a alcanzar? El estado del alma contemporánea pide, reclama una ciencia, un arte, una religión de luz y de libertad, que vengan a disiparle las dudas, liberarla de las viejas esclavitudes y de las miserias del pensamiento, guiarla hacia horizontes resplandecientes a los que se siente llevada por la misma naturaleza y por el impulso de fuerzas irresistibles.
Se habla mucho de progreso; mas, ¿qué se entiende por progreso? Es una palabra vacía y sonora, en la boca de oradores la mayor parte materialistas, ¿o tiene un sentido determinado? Veinte civilizaciones han pasado por la Tierra, iluminando con sus albores la marcha de la Humanidad, sus grandes luces brillaron en la noche de los siglos; después, se extinguieron. Y el hombre no discierne todavía, atrás de los horizontes
limitados de su pensamiento, el Mas Allá sin límites adonde lo lleva el destino. Impotente para disipar el misterio que lo cerca, arruina sus fuerzas en las obras de la Tierra y huye a los esplendores de su tarea espiritual, tarea que hará su verdadera grandeza.
La fe en el progreso no camina sin la fe en el futuro, en el futuro de cada uno y de todos. Los hombres no progresan y no adelantan, sino creyendo en el futuro y marchando con confianza, con certeza hacia el ideal entrevisto.
El progreso no consiste solamente en las obras materiales, en la creación de máquinas poderosas y de toda la herramienta industrial; de la misma manera, no consiste en descubrir procesos nuevos de arte, de literatura o formas de elocuencia. Su mayor objetivo es asir, alcanzar la idea primordial, la idea madre que ha de fecundar toda la vida humana, la fuente elevada y pura de donde han de dimanar conjuntamente las verdades, los principios y los sentimientos que inspirarán las obras de peso y las nobles acciones.
Es tiempo de comprenderlo: la civilización no se puede engrandecer, la Sociedad no puede subir, si un pensamiento cada vez mas elevado, si una luz más viva, no vinieren a inspirar, iluminar los espíritus y tocar los corazones, renovándolos. Solamente la idea es madre de la acción. Solamente la voluntad de realizar la plenitud del ser, cada vez mejor, cada vez mayor, nos puede conducir a las cumbres lejanas en que la ciencia,el Arte, toda la obra humana, en una palabra, hallará su expansión, su regeneración.
Todo nos lo dice, el Universo es regido por la ley de la evolución, es eso lo que entendemos por la palabra progreso. Y nosotros, en nuestro principio de vida, en nuestra alma, y en nuestra conciencia, estamos para siempre sometidos a esa ley. No se puede desconocer, hoy, esa fuerza, esa ley soberana ella conduce al alma y sus obras, a través del infinito del tiempo y del espacio, a un fin cada vez mas elevado; mas, esa ley no es realizable sino por nuestros esfuerzos.
Para hacer una obra útil, para cooperar en la evolución general y recoger todos sus frutos, es preciso, antes de todo, aprender a discernir, a reconocer la razón, la causa y el fin de esa evolución, saber adonde ella conduce, a fin de participar, en la plenitud de las fuerzas y de las facultades que dormitan en nosotros, de esa ascensión grandiosa.
Nuestro deber es trazar la trayectoria a la Humanidad futura, de la que somos todavía parte integrante, como nos lo enseñan la comunión de las almas, la revelación de los grandes Instructores invisibles y como la Naturaleza lo enseña también por sus millares de voces, por la renovación perpetua de todas las cosas, a aquellos que la saben estudiar y comprender.
Vamos, pues, hacia el futuro, hacia la vida siempre renaciente, por la vía inmensa que nos abre un Espiritua1ismo regenerado!
Fe del pasado, ciencias, filosofías, religiones, iluminaos con una llama nueva; sacudid vuestros viejos sudarios y las cenizas que os cubren. Escuchad las voces reveladoras del túmulo; ellas nos traen una renovación del pensamiento con los secretos del Mas Allá, que el hombre tiene necesidad de conocer para vivir mejor, actuar mejor, y morir mejor!
León Denis

miércoles, 13 de abril de 2016

PRIMER CULTO CRISTIANO EN EL HOGAR

Si tan solo recorriendo estas letras pudieramos sensibilizar a todos a el culto del Evangelio en el hogar ...

Cuantas disensiones y males  se evitarían,  al fomentar a la luz y el calor del amor en el  hogar con  el estudio del Evangelio. Con ello sellaremos toda union entre hermanos, con estudio y reforma intima , sera la preparacion de mejores dias venideros con los cuidados que Jesus mismo preveia que tuvieramos al asilo de la  comunion fraterna ... Preservemos todos ese pan espiritual intimamente trabajando en el perfeccionamiento con la ejemplificacion  del bien como escuela de vida...

 EL EVANGELIO EN CASA DE PEDRO
Néio Lúcio, mentor iluminado de la Espiritualidad, escribió estas palabras por las manos
consagradas de Francisco Cándido Xavier, en el libro “ Jesús en el Hogar “:
 

“ En una noche de luna plateada, cuando el cielo se pobló de estrellas, Jesús se instaló,
provisionalmente, en casa de Pedro.
Como es común en nuestras casas, también allí el asunto de su vida, aprovechando todo
con mucho amor y sabiduría, para enseñar y ejemplificar, por tanto, cambió el rumbo de la
conversación y habló con bondad: - Simón Pedro, ¿ qué hace el pescador, cuando se dirige al
mercado con los frutos de cada día?
- ¡Ah! ¡Maestro! Naturalmente escogemos los peces mejores, nadie compra los residuos de la
pesca.
Jesús sonrió y preguntó de nuevo: - ¿ y el alfarero?¿qué hace para atender la tarea que se propone?
Pedro: - Modela el barro, imprimiéndole la forma que desea.
- ¿Cómo procede el carpintero para alcanzar el trabajo que pretende? Y Pedro, muy simple y sin vacilar, responde: - Lavará la madera, usará el taladro y el serrucho, el martillo y el formón, de otro modo no perfeccionaría la pieza bruta.
Jesús se calló por algunos instantes y dijo: Así también es el hogar delante del mundo. La cuna doméstica es la primera escuela y el primer templo del alma. La casa del hombre es la legítima exportadora de caracteres para la vida común.”
¡Comprendemos como es linda y perfecta la comparación que hizo Jesús!
Si el negociante selecciona la mercancía , si el alfarero prepara el barro, el carpintero, la
madera para sus propósitos, de lo contrario, no conseguirían alcanzar sus intentos. ¿ Cómo esperar una comunidad segura y tranquila, sin que el hogar se perfeccione? La paz del mundo comienza entre cuatro paredes, sobre las tejas que nos acogen.
¿Si no aprendemos a vivir en paz entre media docena de criaturas, como aguardar la armonía de las naciones?¿Si no nos habituamos a amar al hermano más próximo, asociado a la lucha de cada día, como respetar al Eterno Padre que nos parece tan distante?
“ Jesús reflejó su mirada por la estancia modesta, hizo un pequeño intervalo, y continuó :
- Pedro, encendamos aquí, alrededor de nosotros, y de cuantos nos procuran la asistencia
fraterna, una claridad nueva.
- En la mesa de tu casa es servido el pan de cada día, que recibes del Señor; porque no instalar alrededor de esta mesa la semilla de la felicidad y de la paz en la conversación y en el
pensamiento edificante? El Padre que nos da el trigo a través del suelo, nos envía la luz a
través del Cielo.”
Podemos ver, en las entrelíneas de este diálogo, que las personas que allí estaban y el
propio Pedro no entendieron los propósitos de Jesús. Pedro, no encontrando palabras adecuadas para explicarse, habló tímidamente:
- Maestro, ¡ se ha hecho cómo deseabas!
 

“ Y Jesús, convidando a los familiares de los apóstoles a la palestra edificante y a la
meditación elevada, desenrolló las Escrituras de la Sabiduría, habiendo, entonces, en la Tierra, en casa de Pedro, EL PRIMER CULTO CRISTIANO EN EL HOGAR.”

Este primer Evangelio en el Hogar fue hecho por el propio Maestro, es el modelo para que
todos los que deseen estudiar las Letras Santas, en el seno de la
familia.

EL LIBRE ALBEDRIO

La libertad es la condición necesaria al alma humana que, sin ella, no podría construir su destino. Es en vano que los filósofos y los teólogos han argumentado largamente al respecto de esta cuestión. A porfía la han oscurecido con sus teorías y sofismas, llevando a la Humanidad a la esclavitud en vez de guiarla hacia la luz libertadora. La noción es simple y clara. Los druidas la habían formulado desde los primeros tiempos de nuestra Historia. Está expresada en las "Tríadas" en estos términos: Hay tres unidades primitivas - Dios, la luz y la libertad.
à primera vista, la libertad del hombre parece muy limitada en el círculo de fatalidades que lo encierra: necesidades físicas, condiciones sociales, intereses o instintos. Mas, considerando la cuestión mas de cerca, se ve que esta libertad es siempre suficiente para permitir que el alma quiebre este círculo y escape de las fuerzas opresoras.
La libertad y la responsabilidad son correlativas en el ser y aumentan con su elevación; es la responsabilidad del hombre que hace su dignidad y moralidad. Sin ella, no sería él mas que un autómata, un juguete de las fuerzas ambientales: la noción de moralidad es inseparable de la de libertad.
La responsabilidad es establecida por el testimonio de la consciencia, que nos aprueba o censura según la naturaleza de nuestros actos. La sensación de remordimiento es una prueba más demostrativa que todos los argumentos filosóficos. Para todo Espíritu, por pequeño que sea su grado de evolución, la ley del deber brilla como un farol, a través de la neblina de las pasiones e intereses. Por eso, vemos todos los días hombres en las posiciones más humildes y difíciles preferir aceptar dura pruebas a rebajarse a cometer actos indignos.
Si la libertad humana es restricta, está por lo menos en vías de un perfecto desarrollo, porque el progreso no es otra cosa mas que la extensión del libre-albedrío en el individuo y en la colectividad. La lucha entre la materia y el espíritu tiene precisamente como objetivo liberar a este último cada vez mas del yugo de las fuerzas ciegas. La inteligencia y la voluntad llegan, poco a poco, a predominar sobre lo que a nuestros ojos representa la fatalidad. El libre-albedrío es, pues, la expansión de la personalidad y de la conciencia. Para ser libres es necesario querer serlo y hacer el esfuerzo para ello, liberándonos de la esclavitud de la ignorancia y de las pasiones bajas, substituyendo el imperio de las sensaciones y de los instintos por el de la razón.
Esto sólo se puede obtener por una educación y una preparación prolongada de las facultades humanas: liberación física por la limitación de los apetitos; liberación intelectual
por la conquista de la verdad; liberación moral por la búsqueda de la virtud. Es esta la obra de los siglos. Mas, en todos los grados de su ascensión, en la repartición de los bienes y de los males de la vida, al lado de la concatenación de las cosas, sin perjuicio de los destinos que nuestro pasado nos inflige, hay siempre lugar para la libre voluntad del hombre.
¿Cómo conciliar nuestro libre-albedrío con la providencia divina? Ante el conocimiento anticipado que Dios tiene de todas las cosas, ¿se puede verdaderamente afirmar la libertad humana? Cuestión compleja y ardua en apariencia que hizo correr ríos de tinta y cuya solución es, no obstante, de las más simples. Mas, elhombre no gusta de las cosas simples; prefiere lo oscuro, lo complicado, y no acepta la verdad sino después de haber agotado todas las formas de error.
Dios, cuya ciencia infinita abarca todas las cosas, conoce la naturaleza de cada hombre y los impulsos, las tendencias, de acuerdo con las cuales podrá determinarse. Nosotros mismos, conociendo el carácter de una persona, podríamos fácilmente prever el sentido en que, en una circunstancia dada, ella decidirá, ya sea según el interés, ya sea según el deber. Una resolución no puede nacer de la nada. Está forzosamente unida a una serie de causas y efectos anteriores de las que deriva y que la explican. Dios, conociendo a cada alma en sus menores particularidades, puede, pues, rigurosamente deducir, con la certeza, del conocimiento que tiene de esa alma y de las condiciones en que ella es llamada a actuar, las determinaciones que, libremente, ella tomará.
Notemos que no es la previsión de nuestros actos lo que los provoca. Si Dios no pudiese prever nuestras resoluciones, no dejarían ellas, por eso; de seguir su libre curso.
Es así que la libertad humana y la providencia divina se concilian y combinan, cuando se considera el problema a la luz de la razón.
El círculo dentro del cual se ejerce la voluntad del hombre, es, de mas a mas, excesivamente restricto y no puede, en ningún caso, impedir la acción divina, cuyos efectos se desarrollan en la inmensidad sin limites. El débil insecto, perdido en un rincón del jardín, no puede, desordenando los pocos átomos a su alcance, lanzar la perturbación en la harmonía del conjunto y poner obstáculos a la obra del Divino Jardinero.

La cuestión del libre-albedrío tiene una importancia capital y graves consecuencias para toda el orden social, por su acción y repercusión en la educación, en la moralidad, en la justicia, en la legislación, etc.
Determinó dos corrientes opuestas de opinión - los que niegan el libre-albedrío y los que lo admiten con restricción.
Los argumentos de los fatalistas y deterministas se resumen así: "El hombre está sometido a los impulsos de su naturaleza, que lo dominan y obligan a querer, a determinarse en un sentido, de preferencia a otro; luego, no es libre."
La escuela adversa, que admite la libre voluntad del hombre, ante ese sistema negativo, exalta la teoría de las causas indeterminadas. Su más ilustre representante, en nuestra época, fue Ch. Renouvier.
Los puntos de vista de ese filósofo fueron confirmados, recientemente, por los bellos trabajos de Wundt, sobre la percepción, de Alfred Fouillée sobre la idea-fuerza y de Boutroux sobre la contingencia de la ley natural.
Los elementos que la revelación neo-espiritualista nos trae, sobre la naturaleza y el futuro del ser, dan a la teoría del libre-albedrío sanción definitiva. Vienen arrancar a la consciencia moderna la influencia deletérea del materialismo y a orientar el pensamiento hacia una concepción del destino, que tendrá por efecto, como decía C, du Prel, recomenzar la vida interior de la Civilización.
Hasta ahora, tanto desde el punto de vista teológico como determinista, la cuestión había quedado casi insoluble. No podía ser de otro modo, puesto que cada uno de aquellos sistemas partía del dato inexacto de que el ser humano tiene que vivir una única existencia. La cuestión muda, sin embargo, enteramente de aspecto si se ensancha el circulo de la vida y se considera el problema a la luz que proyecta la doctrina de los renacimientos. Así, cada ser conquista su propia libertad en el curso de la evolución que tiene que concluir.
Suplida, al principio, por el instinto, que poco a poco desaparecerá para dar lugar a la razón, nuestra libertad es muy escasa en los grados inferiores y en todo el período de nuestra educación primaria. Toma extensión considerable, desde que el Espíritu adquiere la comprensión de la ley.
Y siempre, en todos los grados de su ascensión, en la hora de las resoluciones importantes, será asistido, guiado, aconsejado por Inteligencias superiores, por Espíritus mayores y más iluminados que él.
El libre-albedrío; la libre voluntad del Espíritu se ejerce principalmente en la hora de las reencarnaciones. Escogiendo tal familia, cierto medio social, él sabe de antemano cuales son las pruebas que lo aguardan, mas comprende, igualmente, la necesidad de estas pruebas para desarrollar sus cualidades, curar sus defectos, desnudar sus preconceptos y vicios. Estas pruebas pueden ser también consecuencia de un pasado nefasto, que es preciso
reparar, y él las acepta con resignación y confianza, porque sabe que sus grandes hermanos del Espacio no lo abandonarán en las horas difíciles.
El futuro se le aparece entonces, no en sus pormenores, mas en sus trazos más salientes, o sea, en la medida en que ese futuro es la resultante de actos anteriores. Estos actos representan la parte de fatalidad o "la predestinación" que ciertos hombres son llevados a ver en todas las vidas. Son simplemente, como vimos, efectos o reacciones de causas remotas. En realidad, nada hay de fatal y, cualquiera que sea el peso de las responsabilidades en que haya incurrido, se puede siempre atenuar, modificar la suerte con obras de dedicación, de bondad, de caridad, por un largo sacrificio al deber.

El problema del libre-albedrío tiene, decíamos, gran importancia desde el punto de vista jurídico.
Teniendo, no obstante, en cuenta el derecho de represión y preservación social, es muy difícil precisar, en todos los casos que dependen de los tribunales, la extensión de las responsabilidades individuales. No es posible hacerlo sino estableciendo el grado de evolución de los criminales. El neo-espiritualismo nos daría tal vez los medios; mas, la justicia humana, poco versada en estas materias, continua siendo ciega e imperfecta en sus decisiones y sentencias.
Muchas veces el malo, el criminal no es, en realidad, mas que un Espíritu nuevo e ignorante en el que la razón no tuvo tiempo de madurar. "El crimen, dice Duclos, es siempre el resultado de un falso juicio." Es por eso que las penalidades infligidas deberían ser establecidas de modo que obligasen al condenado a reflexionar, a instruirse, a lustrarse, a enmendarse. La sociedad debe corregir con amor y no con odio, sin lo que se vuelve criminal.
Las almas, como demostramos, son equivalentes en su punto de partida. Son diferentes por sus grados infinitos de adelantamiento: unas nuevas; otras viejas, y, por consiguiente, diferentemente desarrolladas en moralidad y sabiduría, según la edad. Seria injusto pedir al Espíritu infantil méritos iguales a los que se pueden esperar de un Espíritu que vio y aprendió mucho. De ahí la gran diferenciación en las responsabilidades.
El Espíritu sólo está verdaderamente preparado para la libertad el día en que las leyes universales, que le son externas, se vuelvan internas y conscientes por el propio hecho de su evolución. El día en que él comprenda la ley y haga de ella la norma de sus acciones, habrá alcanzado el punto moral en que el hombre se posee, domina y gobierna a sí mismo.
De ahí en adelante ya no precisará de constreñimiento y de la autoridad social para corregirse. Y se da con la colectividad lo que se da con el individuo. Un pueblo sólo es verdaderamente libre, digno de la libertad, si aprendió a obedecer a esa ley interna, ley moral, eterna y universal, que no emana ni del poder de una casta, ni de la voluntad de las multitudes, y sí de un Poder mas elevado. Sin la disciplina moral que cada uno debe imponerse a sí mismo, las libertades no pasan de un logro; se tiene la apariencia, mas no las costumbres de un pueblo libre. La sociedad queda expuesta por la violencia de sus pasiones, y la intensidad de sus apetitos, a todas las complicaciones, a todos los desordenes. Todo lo que se eleva hacia la luz se eleva hacia la libertad. Esta se expande plena y entera en la vida superior.
El alma sufre tanto mas el peso de las fatalidades materiales, cuanto más atrasada e inconsciente es, tanto más libre se torna cuanto más se eleva y aproxima de lo divino.
En estado de ignorancia, es una felicidad para ella estar sometida a una dirección. Mas, cuando es sabia y perfecta, goza de su libertad en la luz divina.
En general, todo hombre llegado al estado de razón es libre y responsable en la medida de su
adelanto. Pongo en claro los casos en que, bajo el dominio de una causa cualquiera, física o moral, enfermedad u obsesión, el hombre pierde el uso de sus facultades. No se puede desconocer que lo físico ejerce, a veces, gran influencia sobre lo moral; mas, en la lucha trabada entre ambos, las almas fuertes triunfan siempre. Sócrates decía que había sentido germinar en sí los instintos más perversos y que los domara. Había en este filósofo dos corrientes de fuerzas contrarias, una orientada hacia el mal, otra hacia el bien. Era la última la que predominaba. Hay también causas secretas, que muchas veces actúan sobre nosotros. A veces la intuición viene a combatir al raciocinio, impulsos partidos de la consciencia profunda nos determinan en un sentido no previsto. No es la negación del libre-albedrío; es la acción del alma en su plenitud, interviniendo enel curso de su destino, o, sino, será la influencia de nuestros Guías invisibles, que se ejerce y nos impele en el sentido del plan divino, la intervención de una Inteligencia que, viniendo de mas lejos y mas alto, trata de evadirnos de las contingencias inferiores y llevarnos hacia las cimas. En todos estos casos, todavía él sólo nuestra voluntad la que rechaza o acepta y decide en última instancia.
En resumen, en vez de negar o afirmar el libre-albedrío, según la escuela filosófica a que se pertenezca, seria más exacto decir: "El hombre es el obrero de su liberación." El estado completo de libertad loalcanza con el cultivo intimo y en la valorización de sus potencias ocultas. Los obstáculos acumulados en sucamino son meramente medios de obligarlo a salir de la indiferencia y a utilizar sus fuerzas latentes. Todas lasdificultades materiales pueden ser vencidas.
Somos todos solidarios y la libertad de cada uno se liga a la libertad de los otros. Liberándose de las pasiones y de la ignorancia, cada hombre libera sus semejantes. Todo lo que contribuye para disipar las tinieblas de la inteligencia y hacer recular el mal, hace a la Humanidad mas libre, más consciente de sí misma, de sus deberes y potencias.
Elevemos, pues, la consciencia de nuestro papel y fin, y seremos libres. Aseguraremos con nuestros esfuerzos, enseñanzas y ejemplos la victoria de la voluntad así como del bien y, en vez de formar seres pasivos, curvados al yugo de la materia, expuestos a la incertidumbre e inercia, habremos hecho almas verdaderamente libres, sueltas de las cadenas de la fatalidad y volando encima del mundo por la superioridadde las cualidades conquistadas.


Leon Denis.

sábado, 2 de abril de 2016

FRANCISCO CANDIDO XAVIER NACIO UN DIA COMO HOY


 Hoy recordando a quienes nos ha dejado un legado de vida ejemplificante para contribuir con la Educacion espirita que jamás termina...

 

Francisco Cândido Xavier nació en la ciudad de Pedro Leopoldo, Estado de Minas Gerais, Brasil, el 2 de Abril de 1910, hijo de un obrero y una lavandera. Su madre, Maria Joao de Deus, falleció cuando el tenia sólo cinco años y debido a que su padre debía trabajar muchas horas diarias, Chico Xavier pasó a vivir con su madrina que le maltrataba. Según sus propias palabras su madrina “cometía actos extraños”. Dos años después su padre se volvió a casar con una joven buena y cariñosa llamada Cidália Baptista y gracias a su esfuerzo consiguió que el pequeño, junto con sus hermanos, volviesen a vivir en el hogar paterno.
Toda su infancia y parte de su adolescencia estuvo marcada por una gran carencia económica. Tanto, que Chico se tuvo que poner a trabajar a la edad de ocho años y con ello ayudar con el sustento de sus hermanos.
A esta situación se le unía que desde la edad de cuatro años, Chico Xavier ya veía y escuchaba espíritus, incluso veía a su madre desencarnada en el patio de la casa de su madrina y que le aconsejaba que tuviese paciencia. Durante la adolescencia estos fenómenos aumentaron y no sería hasta 1927 que, por causa de la enfermedad de una de sus hermanas, conocieron a un matrimonio espirita amigo con los que realizaron la primera sesión mediúmnica de su vida. Dos libros guiaron dicha reunión: “El Evangelio según el Espiritismo” y “El Libro de los Espíritus”, ambos de Allan Kardec. Fue de este modo que comprendió el por qué de todos los sucesos que le iban sucediendo desde la infancia. La hermana mejoró considerablemente ya que se trataba de una obsesión.
A los 17 años de edad recibió sus primeros escritos desde el mundo espiritual. Chico psicografió sus primeros poemas sobre los deberes del espírita cristiano y fueron publicados por amigos suyos en revistas y periódicos de la región.
En 1931 se comunica por primera vez el que sería su guía espiritual, Emmanuel. Este le explica que la misión que ha venido a realizar es la de escribir libros mediúmnicos para divulgar el espiritismo y la caridad. Para ello le dice que debía seguir tres reglas fundamentales: “Disciplina, disciplina y disciplina”.
Al año siguiente edita su primer libro mediúmnico “Parnaso de Ultratumba”. La publicación de este libro escandalizó al extremo conservadurismo religioso existente en Pedro Leopoldo y a su vez atrajo hasta allí a muchísimos críticos literarios, periodistas y curiosos asombrados por cómo un joven de 21 años, analfabeto, había sido capaz de escribir esos poemas tan distintos, con una métrica perfecta, a una velocidad vertiginosa e incluso, a veces, dos sonetos simultáneamente. En todos los poemas se podía leer entre líneas el mismo mensaje: “Estamos vivos, la muerte no existe”.
Tuvo diferentes trabajos pero su puesto definitivo fue de funcionario en el ministerio de Agricultura del Estado de Minas Gerais. Allí estuvo durante treinta años.
Nunca se casó ni tuvo hijos, sacrificó el formar una familia para poder dedicarse por entero a los demás y a sus libros.
En 1959 se trasladó a vivir a la ciudad de Uberaba, en el estado de Minas Gerais. Allí continuó con sus obras mediúmnicas y cada sábado recibía gente en su casa para ayudarles tanto de manera espiritual como psicológica.
Escribió más de 400 libros, a una media de 6 libros al año. De ellos, 23 fueron dictados por su guía espiritual, Emmanuel. Uno de estos 23, titulado “Pablo y Esteban” ha sido considerado uno de los mejores libros mediúmnicos del siglo XX. En una ocasión le preguntaron a Chico cual era su libro favorito de todos los que había psicografiado, el contestó que “Pablo y Esteban” y “Buena Nueva”.
De toda su obra se han vendido más de veinticinco millones de ejemplares cuyos derechos de autor fueron cedidos a instituciones benéficas. En la década de los 80, con el ingreso obtenido por la venta de sus libros en la ciudad de Fortaleza, permitió a cien mil mujeres dar a luz de manera gratuita.
Chico Xavier psicografió libros en inglés, francés, español, esperanto, japonés y griego, tratando temas tan diversos como filosofía, medicina, historia, crónicas de literatura infantil…También debemos remarcar toda su magnífica obra dictada por el espíritu de André Luiz hablándonos acerca de la vida en el mundo espiritual.
Como una de las anécdotas de la vida de Chico podemos contar que entre las múltiples obras que psicografió encontramos las escritas por el espíritu Humberto de Campos. Estos libros tuvieron tanto éxito que la viuda de Humberto puso un juicio a Chico Xavier para que le pagase parte de las ganancias como “derechos de autor”. La justicia declaro que la viuda sólo tenía derecho a recibir dinero de las obras escritas por su marido mientras estuviese vivo. A partir de ese momento las siguientes obras psicografiadas por dicho espíritu llevaron la firma de “Hermano X” para evitar futuros problemas.
Otro hecho curioso en la vida de Chico Xavier fue su participación en un juicio. En este caso se juzgaba a un joven llamado José Divino por haber asesinado a Mauricio Garcés. Chico sin conocer de nada a ninguno de los dos implicados, recibió a través de la psicografía un mensaje del propio Mauricio contando que José Divino no había sido el culpable de su muerte. No solo la letra era exacta a la de Mauricio si no que la firma era idéntica a la que tenía en vida. Gracias a esto el juez cambió su decisión y absolvió al pobre José. Este caso dio origen al libro “Lealtad”.
El 30 de junio de 2002, día en que la selección de fútbol brasileña ganó el penta-campeonato Chico desencarnó, justo un día en que Brasil iba a estar feliz, como él pronosticó. Se acostó en su cama y físicamente no volvió a despertar. Su cuerpo fue velado durante 48 horas y la policía calculó que fueron a despedirse de él cerca de 120 mil personas.
Todo el que conoció a Chico Xavier habla de él como una persona extremadamente humilde, amigo de todo el mundo y con un gran sentido del humor, sin dejar de lado que fue uno de los mejores médiums de la historia. A pesar de ser pobre nunca aceptó dinero alguno procedente de sus obras y vivió hasta el final con su pequeña jubilación de funcionario. Vivió 92 años de los cuales 75 los dedicó a un intenso trabajo mediúmnico.
Qué mejor manera de acabar esta biografía que con las propias palabras de nuestro homenajeado:
“En el mundo, a nuestro ver, no apareció por lo pronto, ninguna frase resumiendo una filosofía correcta de vida como aquella pronunciada por Jesús: “Amaos unos a los otros como yo os he amado” esto es, amar sin esperar ser amado y sin aguardar recompensa alguna, amar siempre”.