miércoles, 31 de agosto de 2016

RESCATE Y RENOVACION

La reencarnación no sería caminata redentora si ya hubieses atendido a todas las exigencias del perfeccionamiento espiritual. Mientras en la escuela, somos llamados al ejercicio de las lecciones.
Ante la Ley del Renacimiento, sorprenderás en el mundo dificultades y luchas, espinas y tentaciones.
Reencontrarás afectos que la unión de milenios tornó inolvidables, pero igualmente convivirán contigo viejos adversarios, no más armados por los instrumentos del odio abierto, y sí trajeados en otro ropaje físico, debidamente acogidos a tu convivencia dificultándote los pasos, a través de la aversión oculta.
Sabrás lo que sea tranquilidad por fuera y angustia por dentro. Disfrutarás la amenidad del clima social que te envuelve con los más elevados testimonios de aprecio y respirarás, muchas veces, en el ambiente convulsionado de pruebas entre las paredes cerradas del reducto doméstico. Entenderás, sin embargo, que somos traídos a vivir, unos al frente de los otros, para aprender a amarnos recíprocamente como hijos de Dios.
Percibirás, poco a poco, según los principios de causa y efecto, que las manos que te apedrean son aquellas mismas que enseñaste a herir al prójimo, en otras eras cuando la claridad de la verdad no te había iluminado el discernimiento y reconocerás en los labios que te envenenan con apuntes calumniosos aquellos mismos que adiestraste en la injusticia, entre las sendas del pasado, a fin de auxiliarte en la alabanza a la condenación.
Yérguete hoy sobre la estimación de los corazones con los cuales te armonizaste, por el deber noblemente cumplido, entretanto, sufres el retorno de las crueldades que te caracterizaban en otras épocas por intermedio de las celadas e injurias que te ofenden el corazón.
Considera, sin embargo, la apelación a que somos convocados día por día y disuelve en la fuente viva de la compasión la hiel de la revuelta y las nubes del mal. Acepta en la escuela de la reencarnación el camino de acceso a tu propio ajuste con la vida, amando, entendiendo y sirviendo siempre.
Si alguien te comprende, ama y bendice. Si alguien te injuria, bendice y ama aún.
Sea cual sea el problema, nunca le conferirás solución justa si no te dispusieres a amar y bendecir. Donde estuvieres, ama y bendice sin restricciones ante la conciencia tranquila y conquistarás sin demora el dominio del bien que vence todo mal.

viernes, 26 de agosto de 2016

EL CORAJE DE LA FE


De nada vale el brillo de la inteligencia, si el corazón permanece a oscuras.
La reencarnación que no promueve el renacimiento moral de la criatura, no pasa de un acto que no está a la altura de su transcendencia y significado. 
El conocimiento espirita es, sin duda, la mejor oportunidad de concientización para el hombre que pretende liberarse del cautiverio del milenario comodísimo espiritual, apartándose, en definitiva, de las sinuosas sendas de la ilusión, con, hasta entonces, diminuto aprovechamiento de las lecciones que les posibilitan el crecimiento delante de la Vida.
Reflexionando, así, sobre el tenor de vuestras responsabilidades en los deberes que sois llamados a cumplir en la Siembra, una vez que no os será posible más el retroceder, sin grabes comprometimientos de orden karmico, no olvidéis la sabia advertencia que el Maestro dirigió a los cristianos de todos los tiempos: “Todo aquel, pues, que me confesara delante de los hombres, también yo lo confesaré delante de mi Padre, que está en los cielos; y quien me niegue delante de los hombres, también yo lo negaré delante de mi Padre, que está en los cielos.”

Hijos, perseverad en el testimonio de la fe espirita que abrazasteis, ante la reviviscencia del Evangelio del Señor.

No reculéis ante las pruebas que os son necesarias para vuestro perfeccionamiento.

Sustentad el coraje en la lucha, conscientes de que toda conquista en los dominios del espíritu reclama esfuerzo y sacrificio continuados.

Nadie asciende a las Cimas con paso atado a la retaguardia.

La Doctrina Espirita libera el pensamiento, sin embargo, aquel que busca superar el comodismo intelectual de siglos siempre encontrará oposición. Es natural, pues, que las tinieblas conspiren contra vuestros anhelos de elevación.

Los espíritus, sean encarnados, sean desencarnados, habituados a la monotonía en que viven, habrán de pelear para desalentaros en vuestros nuevos propósitos en la existencia.

Muchos os tentaran con el inmediatismo de los placeres mundanos y con las facilidades materiales del camino. Otros urdirán sofismos, con el intento de apartaros de los objetivos superiores que concentrasteis, en la necesidad de renovación intima.

Sin que perdáis de vista la trayectoria del Cristo, no olvidéis que la obra de la redención humana dice mucho respecto a cada espíritu en particular. La hora de la prueba es una hora solitaria.

En torno, de abucheos e injurias, hostilidad e incomprensión. No es raro, amigos y compañeros, permanezcan a la distancia, contemplándoos las reacciones. Con vosotros, no tendréis por escora, en la áspera subida, otra que no sea la cruz que os pesa en los hombros.

Casi nadie os verá el llanto que se os desliza por la mejilla, confundiéndose con el sudor derramado en el cumplimiento del deber. Inevitable, la sensación de extremo abandono de los hombres, que os debe inducir al bien mayor, confianza en Dios.

Hijos, no cambies lo que es eterno por lo que es transitorio. Aunque bajo duros reveses, insistid en la práctica del bien a los semejantes y tomad la iniciativa del perdón, con la certeza de que el tiempo urge y que, el termino de vuestra caminada sobre la Tierra, no tendréis otro Cielo que no sea la de la conciencia tranquila.


Bezerra de Meneses

jueves, 11 de agosto de 2016

LA VOLUNTAD



 

Compararemos a la mente humana - el espejo viviente de la conciencia lúcida - con una gran oficina subdividida en diversas secciones de servicio.
Allí está el Departamento del Deseo, donde actúan los propósitos y las aspiraciones, que acicatean los impulsos al trabajo; el Departamento de la Inteligencia, que amplía el patrimonio de la evolución y la cultura; el Departamento de la Imaginación, que atesora las riquezas de los ideales y de la sensibilidad; el Departamento de la Memoria, que archiva el cúmulo de las experiencias; y algunos otros, que definen los anhelos del alma.
Por encima de ellos, sin embargo, aparece el Despacho de la Voluntad.
La Voluntad es una gerencia esclarecida y vigilante que gobierna a cada uno de los sectores de la acción mental.
Compararemos a la mente humana - el espejo viviente de la conciencia lúcida - con una gran oficina subdividida en diversas secciones de servicio.
Allí está el Departamento del Deseo, donde actúan los propósitos y las aspiraciones, que acicatean los impulsos al trabajo; el Departamento de la Inteligencia, que amplía el patrimonio de la evolución y la cultura; el Departamento de la Imaginación, que atesora las riquezas de los ideales y de la sensibilidad; el Departamento de la Memoria, que archiva el cúmulo de las experiencias; y algunos otros, que definen los anhelos del alma.
Sólo la Voluntad aportará la fortaleza necesaria para sustentar la armonía del espíritu.
Por cierto, la Voluntad no consigue evitar la reflexión mental cuando se trata de la conexión entre semejantes, porque la sintonía es una ley irrevocable; sin embargo, tiene la posibilidad de imponer el yugo de la disciplina a los elementos que administra, de manera de mantenerlos en íntima concordancia dentro de la corriente del bien.

Una muestra de amor como oasis de conocimiento para todo aquel que en este momento lo necesite para encauzar su vida.

martes, 9 de agosto de 2016

LAS FUERZAS IDEOPLASTICAS


Nada más importante para la investigación científica y la especulación filosófica que la demostración apoyada en hechos de la siguiente afirmación: un fenómeno psicológico puede convertirse en fisiológico y el pensamiento puede fotografiarse y concretarse en una materialización plástica o incluso crear un organismo vivo.
Dicho de otro modo, nada es tan trascendente e importante para la Ciencia y para la Filosofía como la confirmación de que la fuerza del pensamiento y de la voluntad son elementos plásticos y organizadores.
Efectivamente, la evidencia de tal hecho pone al investigador ante un acto creador, legítimo y verdadero, que lo lleva consecuentemente, a identificar la individualidad humana pensante con la Potencia primordial realizadora del Universo.
Esta es una concepción grandiosa del Ser Supremo, que me reservo para desarrollar más despacio y oportunamente.
Antes, a propósito de la cuestión aquí tratada, es necesario advertir que la idea de un pensamiento y de una voluntad, sustanciales y objetivables, no es nueva.
Los filósofos alquimistas de los siglos XVI y XVII, Vanini, Agrippa, Van-Helmont, ya atribuían al magnetismo emitido por la voluntad el resultado de sus amuletos y encantamientos.
El deseo se realiza en la idea, - lo ha dicho Van-Helmont - idea que no es vana, sino una idea-fuerza, que realiza el encantamiento.
Ahí tenemos, por lo tanto, ya formulada con tres siglos de anticipación, la famosa teoría de Fouillé sobre las ideas-fuerzas, y de forma hasta más completa, una vez admitida la objetivación.
Van-Helmont ha llegado a formular nítidamente la teoría de las formas-pensamientos, de la ideoplastía, de la fuerza organizadora; atribuyéndoles además una existencia efímera, pero activa.
Él afirma:
“Lo que denomino ‘espíritu del magnetismo’ no son espíritus que nos vengan del cielo ni tampoco del infierno, sino que se trata de un principio inherente a la criatura humana, tal como la chispa que se desprende de la piedra.
Gracias a la voluntad, el organismo también puede desprender una pequeña parcela de esa clase de ‘espíritu’, la cual reviste una forma concreta, transformándose en un ‘ser concreto o ideal’.
A partir de ese momento, ese ‘espíritu vital’ se convierte en algo como intermediario entre el ser corpóreo y los seres incorpóreos. De este modo puede trasladarse cómodamente, sin las limitaciones del tiempo y espacio. 
Ernesto Bozzano