lunes, 30 de junio de 2014

EL PAN NUESTRO DE CADA DIA DANOSLO HOY

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en ntentación, mas líbranos del mal; Amen.( Mateo Cap 7 vers 9-13)

DE LA ORACION DOMINICAL . E. S. E. Cap XXVIII item 2. parte IV 
"El pan nuestro de cada día, dádnoslo hoy". Dadnos el alimento para conservar las fuerzas del cuerpo; dadnos también el alimento espiritual para el desarrollo de nuestro espíritu.
El bruto encuentra su alimento; pero el hombre lo debe a su propia actividad y a los recursos de su inteligencia porque vos le habéis creado libre.
Vos le habéis dicho: "Extraerás tu alimento de la tierra con el sudor de tu frente"; por eso habéis hecho una obligación del trabajo a fin de que ejercitara su inteligencia buscando los medios de proveer a su necesidad y a su bienestar; los unos por el trabajo material, y los otros por el trabajo intelectual; sin trabajo quedaría estacionado y no podría aspirar a la felicidad de los espíritus superiores.
Vos secundáis al hombre de buena voluntad que confía en vos para lo necesario,
pero no al hombre que se complace en la ociosidad, que todo quisiera obtenerlo sin pena, ni al que busca lo superfluo. (Cap. XXV).
¡Cuántos hay que sucumben por su propia falta, por su incuria, por su
imprevisión o por su ambición, y por no haber querido contentarse con lo que les habéis dado! Esos son los artífices de su propio infortunio, y no tienen derecho de quejarse, porque son castigados por donde han pecado. Pero ni aún a esos abandonáis porque sois infinitamente misericordioso, sino que les tendéis una mano caritativa desde el momento en que, como el hijo pródigo, vuelve sinceramente a vos. (Cap. V, núm. 4).
Antes de quejamos de nuestra suerte, preguntémonos si es producto de nuestras propias acciones: a cada desgracia que nos sucede, preguntémonos si hubiese dependido de nosotros el evitarla: pero digamos también que Dios nos ha dado la inteligencia para salir del atolladero, y que de nosotros depende el hacer uso de ella.
Puesto que la ley del trabajo es la condición del hombre en la tierra, dadnos ánimo y fuerza para cumplirla; dadnos también prudencia, previsión y moderación, con el fin de no petder el fruto de este trabajo.
Dadnos, pues, Señor, nuestro pan de cada día, es decir, los medios de adquirir con el trabajo las cosas necesarias a la vida, porque nadie tiene derecho de reclamar lo superfluo.
Si nos es imposible trabajar, confiamos en vuestra Divina Providencia.
Si entra en vuestros designios el probarnos por las más duras privaciones, a pesar de nuestros esfuerzos, las aceptamos como justa expiación de las faltas que hayamos podido cometer en esta vida o en una vida precedente, porque vos sois justo; sabemos que no hay penas
inmerecidas, y que jamás castigáis sin causa.
Preservadnos, Dios mio, de concebir la envidia contra los que poseen lo que nosotros no tenemos, ni contra aquellos que tienen lo superfluo cuando a nosotros nos hace falta lo necesario. Perdonadles si olvidan la ley de caridad y de amor al prójimo que les habéis enseñado. (Cap. XVI, núm. 8).
Separad también de nuestro espíritu el pensamiento de negar vuestra justicia, viendo prosperar al malo, y al hombre de bien sumergido algunas veces en la desgracia.
Gracias a las nuevas luces que habéis tenido a bien darnos, sabemos ahora que vuestra justicia se cumple siempre y no hace falta a nadie; que la prosperidad material del malo es efímera, como su existencia corporal, y que sufrirá terribles contratiempos, mientras que la alegría reservada al que sufre con resignación será eterna. (Cap. V, núms. 7, 9, 12 y 18).

domingo, 29 de junio de 2014

DEJAR A SU PADRE A SU MADRE Y A SUS HIJOS.

Dejar a su padre, a su madre y a sus hijos Y cualquiera que dejare, casa o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierra por mi nombre, recibirá ciento por uno y poseerá la vida eterna. (San Mateo, cap. XIX, v. 29).
 Y dijo Pedro: Bien ves que nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido. - El les dijo: En verdad os digo, que ninguno hay que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujeres, o hijos por el reino de Dios, - que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna. (San Lucas, cap. XVIII, v. 28, 29 y 30).
Y otro le dijo: Te seguiré, Señor, mas primeramente déjame ir a dar
disposición de lo que tengo en mi casa. - Jesús
le dijo: Ninguno que pone su mano en el arado y mira atrás, es apto para el de Dios. (San Lucas, cap. XI, v. 61 y 62.)
E.S.E. Item 4,5 y 6.
Sin discutir las palabras, es preciso buscar aquí el pensamiento, que
evidentemente era éste: "Los intereses de la vida futura sobrepujan a todos los intereses
y a todas las consideraciones humanas, porque está conforme con el fondo de la
doctrina de Jesús, mientras que la idea de renunciar a la familia seria la negación.
¿Acaso no tenemos a la vista la aplicación de estas máximas, en el sacrificio de
los intereses y de los efectos de familia por la patria? ¿Se vitupera a un hijo porque deja
a sus padres, a sus hermanos, a su mujer y a sus hijos, para marchar en defensa de su
país? ¿No se le atribuye, por el contrario, un mérito por abandonar las comodidades del hogar doméstico, los lazos de la amistad, para cumplir con un deber? Hay, pues, deberes mayores unos que otros. ¿No impone la ley la obligación a la hija de dejar a sus padres
para seguir a su esposo? El mundo está lleno de casos en que las más penosas separaciones son necesarias, pero no por eso se rompen los afectos; el alejamiento no disminuye ni el respeto ni la solicitud que se debe a los padres, ni la ternura por los hijos.
Se ve, pues, que aun tomadas literalmente, a excepción de la palabra "aborrecer", aquellas no son negación del mandamiento que prescribe honrar padre y madre, ni el sentimiento de ternura paternal, mayormente si en ellas se busca el sentido propio. Estas palabras tenían por objeto enseñar, por medios de un hipérbole, cuán imperioso era el deber de ocuparse de la vida futura. Por otra parte, poco podían ofender a un pueblo y en una época en que, a consecuencia de las costumbres, los lazos de la familia tenían menos fuerza que una civilización moral más avanzada; más débiles estos lazos en los pueblos primitivos, se fortifican con el desarrollo de la sensibilidad y del sentido moral.
La separación es, asimismo, necesaria para el progreso; sucede en las familias como en las razas, que se bastardean si no hay cruzamiento
y si no se injertan las unas con las otras; es una ley de la naturaleza, tanto en interés del progreso moral como físico.
Aquí las cosas se miran desde el punto de vista terrestre; el Espiritismo nos las hace ver de más alto enseñándonos que los verdaderos lazos de afecto son los del Espíritu y no los del cuerpo; que estos lazos no se rompen ni por la separación, ni aun por la muerte del cuerpo, y que se fortifican en la vida espiritual por la purificación del espíritu; verdad consoladora que da gran fuerza para sobrellevar las vicisitudes de la vida. (Cap. IX, número 18; cap. XIV, Nº 8).

sábado, 28 de junio de 2014

HAY MUCHAS MORADAS EN LA CASA DE MI PADRE


 . No se turbe vuestro corazón. - Creéis en Dios, creed también en mi. -
"En la casa de mi padre hay muchas moradas". Si así no fuera, yo os lo hubiera dicho: Pues voy a aparejaros el lugar. - Y si me fuere, y os aparejare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que en donde yo estoy estéis tambiénvosotros. (San Juan, cap. XIV, v. 1, 2, 3).

 MUNDOS REGENERADORES.

 17. Los mundos regeneradores sirven de transición entre los mundos de expiación y los mundos felices; el alma que se arrepiente encuentra allí la calma y el reposo acabándose de purificar. Sin duda en esos mundos el hombre está aun sujeto a las leyes que rigen la materia; la humanidad experimenta vuestras sensaciones y vuestros deseos, pero está dispensada de las pasiones desordenadas de las que sois esclavos; allí no existe el orgullo que hace callar el corazón, la envidia que lo tortura y el odio que lo ahoga; la palabra amor está escrita en todas las frentes, y una perfecta equidad arregla las relaciones sociales; todos reconocen a Dios y procuran ir a El siguiendo sus leyes.
Con todo, allí no se encuentra aún la perfecta felicidad, pero sí su aurora. El hombre aun es carnal y por lo mismo está sujeto a vicisitudes de las que no se eximen sino los seres completamente desmaterializados; aun quedan pruebas que pasar, pero no tienen las punzantes amarguras de la expiación. Esos mundos, comparados con la tierra, son muy felices y muchos de entre vosotros estaríais satisfechos de quedaros allí porque es la calma después de la tempestad, la convalecencia después de la cruel enfermedad;
pero el hombre menos entregado a las cosas materiales, entrevé mejor el porvenir que vosotros, comprende que hay otros goces que el Señor promete a aquellos que se hacen merecedores de ellos, cuando la muerte ha segado de nuevo sus cuerpos para darles la verdadera vida. Entonces será cuando el alma libre dominará todos los horizontes; ya no tendrá sensaciones materiales y groseras, sino los sentidos de un espíritu puro y celeste, aspirando las emanaciones de Dios, bajo los perfumes de amor y de caridad que se derraman de su seno. (San Agustin Paris 1862)


AUN DESPUES

Conserva la confianza, aun despues de la caida inesperada.
En cuanto la imperfeccion no desaparezca, sufriras acecho.
Conserva la paciencia, aun despues del tropiezo que te condujo a una gran afliccion.
Solo tendras libertad cuando alcances luz plena.
Continua animado, aun despues de que la tentacion te haya vencido.
Continua animado, aun despues de que la tentacion te haya vencido.
contra el ansia de espiritualizacion tienes milenios de animalidad.
Atiende la invitacion al Amor, aun despues de la siembra del odio triunfante.
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Los mundos regeneradores sirven de transición entre los mundos de
expiación y los mundos felices; el alma que se arrepiente encuentra allí la calma y el reposo acabándose de purificar. Sin duda en esos mundos el hombre está aun sujeto a las leyes que rigen la materia; la humanidad experimenta vuestras sensaciones y vuestros deseos, pero está dispensada de las pasiones desordenadas de las que sois esclavos; allí no existe el orgullo que hace callar el corazón, la envidia que lo tortura y el odio que lo ahoga; la palabra amor está escrita en todas las frentes, y una perfecta equidad arregla las relaciones sociales; todos reconocen a Dios y procuran ir a El siguiendo sus leyes.
Con todo, allí no se encuentra aún la perfecta felicidad, pero sí su aurora. El hombre aun es carnal y por lo mismo está sujeto a vicisitudes de las que no se eximen sino los seres completamente desmaterializados; aun quedan pruebas que pasar, pero no tienen las punzantes amarguras de la expiación. Esos mundos, comparados con la tierra, son muy felices y muchos de entre vosotros estaríais satisfechos de quedaros allí porque es la calma después de la tempestad, la convalecencia después de la cruel enfermedad; pero el hombre menos entregado a las cosas materiales, entrevé mejor el porvenir que vosotros, comprende que hay otros goces que el Señor promete a aquellos que se hacen merecedores de ellos, cuando la muerte ha segado de nuevo sus cuerpos para darles la verdadera vida. Entonces será cuando el alma libre dominará todos los horizontes; ya no tendrá sensaciones materiales y groseras, sino los sentidos de un espíritu puro y celeste, aspirando las emanaciones de Dios, bajo los perfumes de amor y de caridad que se derraman de su seno.

viernes, 27 de junio de 2014

PARABOLA DE LOS TALENTOS

Parábola de los talentos
Porque así es como un hombre que al partirse lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. - Y dió al uno cinco talentos, y al otro dos, y al otro dió uno,a cada uno según su capacidad, y se partió luego. - El que había recibido los cinco talentos, se fué a negociar con ellos, y ganó otros cinco. - Asimismo el que había recibido dos, ganó otros dos. - Mas elque había recibido uno, fué y cavo en la tierra, y escondió allí el dinero de su Señor. -Después de largo tiempo, vino el Señor de aquellos siervos y los lamó acuentas. - Y llegando el que había recibido los cinco talentos, presentó otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste, he aquí otros cinco he ganado de más. - Su Señor le lijo: Muy bien, siervo bueno y fiel; porque fuíste fiel en lo poco, te pondré sobre lo mucho: entra en el gozo de tu Señor. - Y se llegó también el que había recibido los dos talentos, y dijo: Señor, dos talentos me entregaste, aquí tienes otros dos que he ganado. - Su Señor le dijo: Bien está, siervo bueno y fiel; porque fuíste fiel sobre lo poco, te pondré sobre lo mucho; entra en el gozo de tu Señor. - Y llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, sé que eres un hombre de recta condición, siegas en donde no sembraste, y allegas en donde no esparcíste. - Y temiendo, me fuí, y escondí tu talento en tierra; he aquí tienes lo que es tuyo. - Y respondiendo su Señor, le dijo: Siervo malo y perezoso, sabías que siego en donde no siembro, y que allego en donde no he esparcido. - Pues debiste haber dado mi dinero a los banqueros, y viniendo yo, hubiera recibido ciertamente con usura lo que era mío. - Quitadle, pues, el talento, y dádselo al que tiene diez talentos. - Porque será dado a todo el que tuviere, y tendrá más: mas al que no tuviere, le será quitado aún lo que parece que tiene. Y al siervo inútil, echadlo en las tinieblas exteriores, allí será el llorar yel crugir de dientes.  (San Mateo, cap. XXV, v. de 14 a 30.)

E.S.E. item 13

Siendo el hombre el depositario, el gerente de los bienes que Dios pone en sus manos, se le pedirá una cuenta severa del empleo que haya hecho de ellos, en virtud  de su libre albedrío. El mal uso consiste en hacerlos sólo servir para su satisfacción personal; al contrario, el uso es bueno siempre que resulta un bien cualquiera para otro; el mérito es proporcionado al sacrificio que uno se impone. La beneficencia sólo es un modo de emplear la fortuna; consuela la miseria actual, apacigua el hambre, guarda del frío y da un asilo a aquél que no lo tiene; pero un deber también imperioso y meritorio consiste en precaver la miseria; ésta es, sobre todo, la misión de las grandes fortunas, por los trabajos de todas clases que pueden hacer ejecutar, y aun cuando redundase en su provecho legítimo, no existiría menos el bien porque el trabajo desarrolla la inteligencia y eleva la dignidad del hombre, siempre ávido de poder decir que gana el pan que come, mientras que la limosna humilla y degrada. La fortuna concentrada en una mano debe ser como un manantial de agua viva que esparce la fecundidad y el bienestar a su alrededor. ¡Oh, vosotros, ricos, si la empleáis según las miras del Señor, vuestro corazón será el primero que apagará su sed en este benéfico manantial de beneficencia; vosotros tendréis en la vida los inefables goces del alma, en vez de los goces materiales del egoísta que dejan el vacío en el corazón! Vuestro nombre será bendecido en la tierra, y cuando la dejéis el soberano Señor os dirigirá la palabra de la parábola de los talentos: "Oh, buen fiel servidor, participad de los goces de vuestro Señor". En esta parábola, el servidor que esconde en la tierra el oro que le ha sido confiado, ¿no es, acaso, la imagen de los avaros entre cuyas manos la fortuna es improductiva? Aun cuando Jesús habla de las limosnas, es porque en aquel tiempo y en aquel país en que vivía, no se conocían los trabajos que las artes y la industria han creado después, y en las cuales puede ser la fortuna empleada útilmente para el bien general. A todos aquellos que pueden dar poco o mucho, les diré pues: Haced limosna cuando sea necesario, pero tanto como sea posible, convertidla en salario, a fin de que elque la reciba no se avergüence. (Fenelón, Argel, 1860.)

¿Como interpretar la limosna material? 
 P-256 El Consolador.
En el mecanismo de relaciones comunes , el pedido de una providencia material tiene su su sentido y su utilidad oportuna, como resultante de la ley de equilibrio que preside el movimiento de los trueques en el organismo de la vida.
 La limosna material, sin embargo es indice de la ausencia de espiritualizacion en las caracteristicas sociales que las fomentan. 
Nadie seguramente podra reprobar el acto de pedir, y mucho menos dejara de elogiar la iniciativa de quien da la limosna espiritual todavia es oportuno considerar que a medida que el hombre se cristianiza, iluminando sus energias interiores, mas se aparta de la condicion de solicitante para alcanzar la condicion elevada del merito, por las expresiones sanas de su trabajo.
Quien se esfuerza, en los bastidores de la conciencia rectilinea, se dignifica y enriquece el cuadro de sus valores individuales.
Y el cristiano sincero, dispuesto a conquistar los elementos de la educacion evangelica no necesita materializar la idea de la rogativa de la limosna material, comprendiendo que, esperando o sufriendo, actuando o luchando, en los esfuerzos de la accion y del bien, ha de recibir, siempre,de acuerdo con sus obras y de conformidad con la promesa de Cristo.
Emmanuel.

jueves, 26 de junio de 2014

NO HE VENIDO A DEROGAR LA LEY

No penséis que he venido a abrogar la ley o los profetas: no he venido a abrogarlos, sino a darles cumplimiento; porque en verdad os digo, que hasta que pase el cielo y la tierra, no pasará de la ley ni un punto, ni un tilde, sin que todosea cumplido. (San Mateo, cap. V, v. 17 y 18).

El Espiritismo.  E.S.E. item 5.
 El Espiritismo es la nueva ciencia que viene a revelar a los hombres, con pruebas irrecusables, la existencia y la naturaleza del mundo espiritual y sus relaciones con el mundo corporal; nos lo presenta, no como una cosa sobrenatural, sino, al contrario, como una de las fuerzas vivas y que incesantemente obran en la naturaleza, como el origen de una multitud de fenómenos incomprensibles hasta ahora y relegados, por esta razón, al dominio de lo fantástico y de lo maravilloso. A estas relaciones es a las que Cristo hace alusión en diferentes circunstancias; y por esto muchas de las cosas que dijo han sido ininteligibles o falsamente interpretadas. El Espiritismo es la clave con que todo se explica fácilmente.


ESPIRITAS EN EL EVANGELIO
Comenta el Evangelio en las sesiones doctrinarias del Espiritismo, sin embargo, procura exhumar las semillas divinas de la verdad que permanecen encerradas en la cárcel de las teologías humanas, para que produzcan los frutos de la vida eterna en la tierra del alma.

Exalta la gloria de Cristo, mas dilucida que Él no transitó por los caminos del mundo usufructuando comodidades y sí atendiendo a los mandatos de Dios en la condición de
humilde servidor.
 

Refiérete al cielo, pero explica que el cielo es el espacio infinito en cuya vastedad millones de mundos obedecen a las leyes que los gobiernan, a fin de que se conviertan en hogares y escuelas de los seres inmersos en la evolución.
 

Menciona a los ángeles, mas esclarece que ellos no son inteligencias privilegiadas del Universo y si Espíritus que conquistaron la sabiduría y la purificación a costa del sudor y el precio de las lágrimas.
 

Exprésate sobre la redención, mas observa que la bondad no excluye a la justicia y que el Espíritu culpable es forzado al rescate de sí mismo por medio de la reencarnación, tantas veces como sean necesarias, por cuanto frente a la Ley cada conciencia debe a sí misma las manchas de la derrota o la brillantez del triunfo.
 

Cita profetas y profecías, fenómenos e interpretaciones, mas analiza también los temas de la mediumnidad, auxiliando el entendimiento común de los hombres sobre el intercambio entre encarnados y desencarnados y brindando adecuadas soluciones a los problemas de la obsesión.

Resalta los beneficios de la fe, mas demuestra que la oración sin las buenas obras se asemejan a una astuta maquinación en los negocios del alma, dado que si la oración nos
ilumina el lugar de trabajo, es preciso rechazar el mal para que el mal no se nos acerque y
hacer el bien para que el bien esté siempre con nosotros.
 

Define la excelencia de la virtud, mas informa que la solvencia moral no se obtiene desertando de la lucha que nos toca entablar con las tentaciones que nosotros mismos
engendramos, puesto que así demostramos que nuestra confianza en las Esferas Superiores no es una pura ingenuidad.
Expone el Evangelio, mas no hagas de él un instrumento para la hipnosis destructiva de las energías espirituales de aquellos que te escuchan.
Muestra que Jesús no plasmó su grandeza actuando sin amor y sin dolor; tampoco
distraigas la atención de tus semejantes desligándolos de su responsabilidad de pensar y
servir, puesto que la Buena Nueva nos trata a todos sin distinción. El Espiritismo te fortalece
el raciocinio para que reveles su luz creadora y su alegría contagiante, auxiliándote a
despertar en los oyentes de la verdad la comprensión del sufrimiento y la felicidad del
deber, los tesoros del bien y la victoria de la educación.
 

Emmanuel.  Psicografia de Francisco Candido Xavier.

miércoles, 25 de junio de 2014

EL YUGO LIGERO

El yugo ligero
E.S.E. item 1
1. Venid a mí todos los que estais trabajados y cargados y yo os aliviaré. - Traed mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que manso soy y humilde de corazón: y hallaréis reposo para vuestras almas. - Porque mi yugo suave es, y micarga ligera. (San Mateo, cap. XI, v. 28, 29 y 30).

Vengo a enseñar y a consolar a los pobres desheredados; vengo a decirles queeleven su resignación al nivel de sus pruebas; que lloren, porque el dolor fué consagrado en el Huerto de los Olivos; pero que esperen, porque los ángeles consoladores vendrán también a enjugar las lágrimas.
Trabajadores, trazad vuestro surco; por la mañana continuad el trabajo rudo de la víspera; el trabajo de vuestras manos proporciona el pan terrestre a vuestro cuerpo, pero vuestras almas no
están olvidadas: y yo, el divino jardinero, las cultivo en el silencio de vuestros pensamientos. Cuando haya sonado la hora del descanso, cuando el estambre se escape de vuestras manos y cuando vuestros ojos se cierren a la luz, sentiréis brotar y germinar en vosotros mi preciosa semilla. Nada se pierde en el reino de mi Padre, y vuestros sudores y vuestras miserias forman el tesoro que debe haceros ricos en las esferas superiores, en donde la luz reemplaza a las tinieblas y en donde el más desnudo de vosotros puede que sea el más radiante de luz.
En verdad os digo, que los que llevan su carga y socorren a sus hermanos, son mis muy amados: instruíos en la preciosa doctrina que disipa el error de las revoluciones y que os enseña el objeto sublime de la prueba humana. Así como el viento barre el polvo, que el soplo de los espíritus disipe los celos contra los ricos del mundo, que a menudo son muy miserables, porque sus pruebas son más peligrosas que las vuestras.
Estoy con vosotros, y mi apóstol os enseña. Bebed en el manantial vivo del amor, y preparaos, cautivos de la vida, a lanzaros un día libres y alegres en el seno del que os ha
creado débiles para haceros perfectibles, y quiere que vosotros mismos modeléis vuestra blanda arcilla a fin de que seáis los artífices de vuestra inmortalidad. (El Espíritu deVerdad. París, 1861.)
 

SABER OÍR

Los desencuentros humanos, como los alborotos y los tumultos, nos solicitan un tipo raro de beneficencia: la caridad de saber oir.
Son muchos los que deambulan desorientados por la falta de tolerancia para oirlos .
Conviene resaltar que las palabras no les faltan. Lo que no encuentran es el silencio de un corazon amigo con el suficiente amor para llegar a sus almas con el balsamo de la comprension, y, por tal motivo, desfallecen en la lucha semejando a un motor que se resiste por la falta de aceite.

***
Preparas las mesas, construyes un albergue, repartes ropas, agotas tu billetera desviviendote por los necesitados... Cede tambien el donativo de tu atencion a los angustiados, contribuyendo a descongestionar el transito de sus ideas infelices por las calles del alma.
Para prestarles el amparo debido no demuestres, sin embargo, la actitud de los que no quieren incomodarse , ni tampoco digas la clasica frase: "peor me paso a mi", con lo cual , muchas veces, con el pretexto de, ayudar, estamos manifestando ante los demas nuestro propio egocentrismo sin percibir que estamos oprimiendolos.
Es posible que tus problemas sean realmente mayores, pero recuerda que en la tierra nadie posee el metro necesario para determinar la dimension de los sufrimientos de los demas. Rebaja,pues, la importancia que das a tus dolores, poniendolos al nivel de los de aquellos que se te representen como mas leves.
Deja que el projimo valorice tus grandes sufrimientos. Si tuvieras apresuramiento  o cansancio no des contestaciones con tono de superioridad o aspereza, cual si te encontraras en la condicion de heroe. Haz una pausa, aunque breve, y dedica un minuto a la nota de afecto.
Ademas,siempre que puedas, oye con seriedad, tratando de menguar la afliccion que aun permanece en el mundo.
En el momento  que te orresponda expresar palabras, manifiesta la frase que aconseje sin herir o que reanime sin engañar.
Si las circunstancias te obligan a hacer referencias de orden personal, escoge aquellas que aprovechen a los demas para orientarlos y fortalecerles la esperanza.
Cuando estes oyendo a alguien , no interrumpas su exposicion formulandoles reproches.
Los que procuran tu comprension para descargar las penas de su alma, por lo general conocen de sobra el calibre de la cruz que llos mismos colocaron sobre sus hombros. Te ruegan tan solo una pequeña cantidad de energia que pueda alentarlos algunos pasos mas adelante por el camino.
Aprendamos a oir para auxiliar, sin la presuncion de resolver.
El propio cristo consolando y bendiciendo, enseñando y sirviendo, no prometio la supresion inmediata de las pruebas a cuantos se le acercaban, pero si los exhortaba con estas sinceras palabras: "venid a mi, que yo os aliviare".

                                                                                      EMMANUEL.


martes, 24 de junio de 2014

INDISOLUBILIDAD DEL MATRIMONIO

Y se llegaron a él los fariseos tentándole, y diciendo: ¿Es lícito a un
hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? - El respondió y les dijo: ¿No habéis leído, que el que hizo al hombre desde el principio, macho y hembra los hizo? y dijo: - Por esto dejará el hombre padre y madre, y se ayuntará a su mujer, y serán dos de una carne. - Así que ya no son dos, sino una carne. Por tanto lo que Dios juntó, el hombre no lo separe.
Dícenle: ¿Pues por qué mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?
- Les dijo: porque Moisés, por la dureza de vuestros corazones os permitió repudiar a vuestras mujeres: mas al principio no fué así. - Y os digo que todo aquel que repudiase a su mujer, sino por la fornicación, y tomare otra, comete adulterio; y el que se casare con la que otro repudió, comete adulterio. (San Mateo, cap. XIX, v. de 3 a 9).
 
EL DIVORCIO. E.S. E. Item 5

El divorcio es una ley humana que tiene por objeto separar legalmente a los que estaban separados de hecho; no es contraria a la ley de Dios, puesto que sólo reforma lo que los hombres han hecho, y puesto que sólo es aplicable en los casos en que no se ha tomado en cuenta la ley divina; si fuese contraria a esta ley, la misma Iglesia se vería obligada a mirar como a prevaricadores a aquellos que sus jefes que de su propia autoridad y en nombre de la religión, en más de una circunstancia han impuesto el divorcio; doble prevaricación entonces, puesto que era con la mira sólo de intereses temporales y no para satisfacer la ley de amor.
Por el mismo Jesús no consagra la indisolubilidad absoluta del matrimonio. ¿No dijo que: "A causa de la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres"? Lo que significa que desde el tiempo de Moisés, no siendo el afecto mutuo el único objeto del matrimonio, la separación podría ser necesaria. Pero añadió:
"esto no ha sucedido desde el principio"; es decir, que en el origen de la humanidad, cuando los hombres aun no estaban pervertidos por el egoísmo y el orgullo y vivían según la ley de Dios, las uniones fundadas en la simpatía y no en la vanidad y la ambición, no darían lugar a repudiación.
Aun va más lejos: especifica el caso en que el repudio pueda tener lugar, que es el adulterio; pero el adulterio no existe en donde reina un afecto recíproco y sincero. Es verdad que prohibe a todo hombre el casarse con la mujer repudiada; pero es preciso tomar en cuenta las costumbres y el carácter de los hombres de su tiempo. La ley Mosaica, en este caso, prescribía la lapidación; queriendo abolir un uso bárbaro y como era preciso un castigo, lo encontró en la vergñenza que debía imprimir la interdicción de un segundo matrimonio. De algún modo era una ley civil substituída a otra ley civil, pero que, como todas las leyes de esta naturaleza, debía sufrir la prueba del tiempo.

VISION ESPIRITA.
Para Emmanuel, el divorcio debe ser meditado como medida de última instancia. He ahí lo que él escribió:
“Levantaste el hogar por amor y tan sólo por el amor conseguirás conservarlo.”
“Innegablemente no se te niega el derecho de errar realizaciones o dilatar el plazo destinado al rescate de ciertos débitos, una vez que nadie puede aceptar la criminalidad en nombre del amor.”
“Entre tanto, en los días difíciles del hogar recuerda que el divorcio es justo, pero en la condición de medida articulada en última instancia.” (Emmanuel, en “En la Era del Espíritu”, cap. 11.)
José Herculano Pires trajo también su contribución sobre el asunto:
“Quien ama sabe tolerar y perdonar. Las dificultades serán superadas día a día por el cultivo del amor.”
“El cultivo del amor es como el cultivo del arte. Y quien rompiera un casamiento de amor, por simple intolerancia, no encontrará más remedio para su soledad.” (J. Herculano Pires, en “En la Era del Espíritu”, cap. 11.)
André Luiz nos presentó, acerca del tema, una visión innovadora, equiparando el divorcio a una realización errónea, como podemos ver en el texto siguiente:
“Divorcio, edificación aplazada, resto a pagar en la balanza del espíritu deudor. Es generalmente porque uno de los cónyuges, socio en la firma del casamiento, vino a olvidar que los derechos en la institución doméstica suman deberes iguales".
“Auxiliemos, en la Tierra, la comprensión del casamiento como siendo una unión de realizaciones y concesiones mutuas, cuya falta es preciso evitar.” (André Luiz, en “Sol en las Almas”, cap. 10.)

lunes, 23 de junio de 2014

CARACTERES DE LA PERFECCION.

Caracteres de la perfección.
Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen: y rogad por los que os persiguen y calumnian. - Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? - Y si saludáreis tan solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen esto mismo los gentiles? -"Sed, pues, vosotros perfectos, así como vuestro Padre celestial es perfecto". (San Mateo, cap. V, v. 44, 46, 47 y 48.).

LOS BUENOS ESPIRITISTAS E.S. E. item 4
El Espiritismo bien comprendido, pero, sobre todo, bien sentido, conduce forzosamente a los resultados expresados más arriba, que caraterizan al verdadero espiritista como al verdadero cristiano, siendo los dos una misma cosa. El espiritismo no viene a crear una moral nueva; facilita a los hombres la inteligencia y la práctica de la de Cristo, dando una fe sólida e ilustrada a los que dudan o vacilan.Pero muchos de los que creen en las manifestaciones no comprenden ni sus consecuencias, ni su objeto moral; o, si los comprenden, no se las aplican a si mismos. ¿En qué consiste esto? ¿es un defecto de precisión de la doctrina? No, porque no contiene ni alegorías ni figuras que puedan dar lugar a falsas interpretaciones; su esencia es la misma caridad, y esto es lo que constituye su fuerza, porque se dirige a la inteligencia. Nada tiene de misterioso, y sus iniciados no están en posesión de ningún secreto oculto para el vulgo.
Para comprenderla, ¿es preciso una inteligencia privilegiada? No, porque se ven hombres de una capacidad notoria que no la comprenden, mientras que las inteligencias vulgares, y aun de jóvenes apenas salidos de la adolescencia, comprenden sus matices más delicados con admirable precisión. Esto depende de que la parte de algún modo "material" de la ciencia, sólo requiere vista para observar, mientras que la parte "esencial" requiere cierto grado de sensibilidad que se puede llamar la "madurez del sentido moral", madurez independiente de la edad y del grado de instrucción, porque es inherente al desarrollo, en un sentido especial, del espíritu encarnado. En los unos, los lazos de la materia son aún muy tenaces para permitir al espíritu desprenderse de las cosas de la tierra; la niebla que los rodea les quita la vista del infinito; por esto no dejan fácilmente ni sus gustos, ni sus costumbres, ni comprenden nada mejor de lo que ellos poseen; la creencia en los espíritus es para ellos un simple hecho, pero modifica muy poco o nada sus tendencias instintivas; en una palabra, sólo ven un rayo de luz insuficiente para conducirles y darles una aspi ración poderosa y capaz de vencer sus inclinaciones. Se fijan en los fenómenos más que en la moral, que les parece venal y monótona; piden sin cesar a los espíritus que les inicien en nuevos misterios, sin preguntar si se han hecho dignos de entrar en los secretos del Creador. Estos son los espiritistas imperfectos, de los cuales algunos se quedan en el camino o se alejan de sus hermanos en creencias, porque retroceden ante la obligación de reformarse, o reservan sus simpatías para los que participan de sus debilidades o de sus prevenciones. Sin embargo, la acepción del principio de la doctrina es el primer paso que les hará el segundo más fácil en otra existencia.
El que puede con razón calificarse de verdadero y sincero espiritista está en un grado superior de adelantamiento moral; el espíritu, que domina más completamente la materia, le da una percepción más clara del porvenir; los principios de la doctrina hacen vibrar en él las fibras que permanecen mudas en los primeros; en una palabra, "tienen el corazón enternecido"; su fé es también a toda prueba. El primero es como el músico que se conmueve por ciertos acordes, mientras el otro sólo comprende los sonidos. "Se reconoce el verdadero espiritista por su transformación moral y por los esfuerzos que hace para dominar sus malas inclinaciones", mientras el uno se complace en un horizonte limitado, el otro, que comprende alguna cosa mejor, se esfuerza en ir más allá y lo consigue siempre cuando para ello tiene una firme voluntad.

Hermanos : Hoy se cumplen quince días terrenos de este trabajo por los caminos de Cafarnaum. Es importante caminar paso a paso en el trabajo de la renovación. 
Reflexionar y luego ser capaz de meditar con buena voluntad sobre cada uno de los Evangelios y como estos nos revelan las causas con respuestas coherentes que nuestro propio comportamiento es capaz de generar en un momento dado. El enfrentamiento es intimo, es intransferible, no es igual porque cada uno lo vive diferente. El llamado a la reforma es necesaria dentro de nosotros por el bien de todos.
Llenos de confianza , alegría y con sumo coraje en medio de un ambiente donde con la paciencia , la serenidad y con muchisima fe razonada en el deber, consolidemos el trabajo de la redención.
Hoy se hace necesario ajustar, luego entonces caminemos sobre piedras como si fueran flores...

INVITACION A LA REFLEXION
André Luiz nos invita a meditar en el Evangelio de hoy de esta manera:
Espiritismo y tu  
Cap XVII item 4.

Haz tenido recientemente los primeros contactos con la Doctrina Espirita ( o tal vez un poco mas) , estas deslumbrado con las nuevas perspectivas espirituales de la existencia.
Ideales redentores.
Relaciones personales enriquecidas.
Conversaciones edificantes.
Lecturas nobles.
 Promisorias oportunidades de prestar servicio a la fraternidad.
Ten presente, no obstante, el compromiso con la disciplina en todas las realizaciones, de modo que la osadía no te cree frustraciones.
Llegar a ser espirita no es volverse santo automaticamente, tampoco significa privilegio ni expresa cárcel interior.
Es una oportunidad de liberacion del alma con responsabilidades mayores ante las Leyes de la Creacion.
Es reencarnar de nuevo moralmente, dentro de la propia vida humana.
La conviccion espirita es un galardon bendito en el aprendizaje multimilenario de la evolución.
De tal modo, ni prevención ni falta de vigilancia constituyen caminos para tal conquista.
Urge sustentar perseverancia y paciencia en la concrecion adecuada de cada uno de los deberes.
Evita arrancar abruptamente de tus actividades, las raices defectuosas pero profundas; emprende algo de renovacion poco a poco.
Contén los impetus de defensa intempestiva de tus nuevas ideas;  sedimenta primero tus conocimientos.
 Espiritismo es Claridad eterna.
Gradua la intensidad de la luz que vislumbras para que tus ojos no sean atacados por la ceguera del fanatismo.
Muchos de nuestros hermanos todavia se debaten en las luchas de bajo nivel, porque no se han dispuesto a admitir la realidad que tu ya aceptas, pero tambien muchos otros han recorrido la ocasión hacia la experiencia que hoy recorres tu y no por eso alcanzaron exitos mayores, en la batalla intima e intransferible que entablamos nosotros mismo, a causa de la negligencia a la que todavia estamos habituados.
La creencia no nos exime la conciencia.
El exito y el fracaso son problemas personales.
Todo depende de ti.
 Quien persiste en la fantasia, se aferra a la terquedad.
Cuanto mas se edifica la inteligencia, mas se intensifica el placer de servir.
Obedece, pues, el llamado del Señor, aportando buena voluntad para el crecimiento de la redencion humana, a traves del trabajo activo e incesante en los diversos sectores en que se puede desarrollar la colaboracion.
Conserva el coraje y la confianza.
La alegria complementada con la serenidad durante la marcha regular es la formula ideal para llegar a la meta buscada.
Eleva tus anhelos y esperanzas, con el fin de sublimar las emociones y los cometidos.
Por encima de todo, consolida en tu corazon la certeza de que la revelacion mayor es la que nos prescribe el deber de que nos propongamos junto a Jesus nuestra liberacion del mal y que, para nuestro propio beneficio, comprendamos la real posicion del Maestro como Excelso Conductor de nuestro mundo, con cuyo infinito amor estamos edificando el Reino de Dios en nosotros.

domingo, 22 de junio de 2014

OJO POR OJO DIENTE POR DIENTE.

OJO POR OJO Y DIENTE POR DIENTE
Amigos invisibles, que en el lenguaje usual se llaman lectores, pero que invisibles sois para mi, puesto que no os conozco. ¿Os acordáis de una confidencia que os hice con el epígrafe El árbol de la vida, en la que os presentaba éste con flores, con frutos y seco?, simbolizando este último periodo el cadáver de una mujer, que contemplé en un hospital, y a cuyo espíritu pregunté, ¿quién eres? y escuché una voz clara y precisa que me contestó: ya te diré quién soy; pues bien, como no hay deuda que no se pague, ni plazo que no se cumpla, dicho espíritu pagó la deuda que conmigo contrajo, dando la siguiente comunicación por conducto de un médium escribiente mecánico, en distintas sesiones.
I
«Amalia, te dio pena ver mi cadáver solo y abandonado, en poder de seres indiferentes que se alegraban de mi muerte, porque les hice sufrir con mis lamentos. “Mi soledad te inspiró simpatía y me preguntaste quién ora yo; y agradecí tu espontáneo interés, pues me encontraba, (y es un caso bastante excepcional) sin turbación alguna, pudiendo apreciar y conocer cuanto me rodeaba.
»Hacía mucho tiempo que solía abandonar mi materia por espacio de muchas horas, y mehabía acostumbrado a ver a mí pobre cuerpo lleno de llagas y cubierto de podredumbre, por lo tanto, al desatarse los lazos fluídicos que me unían a mi envoltura, la contemplé sin sobresalto ni pena; tan habituada estaba ya a mirarla. “Tu voz arraiga, fue el único eco que encontré ora la tierra en mi larga peregrinación; vida interrumpida de sufrimientos, justo castro a mis anteriores desaciertos».
II

En mi penúltima encarnación pertenecí al sexo masculino, siendo mis padres honrados labradores ora la provincia de Toledo; pero yo sin duda, en mi vida pasada fui el primogénito de algún duque, mirando con necio desdén las tareas agrícolas; viendo mi padre que no podía hacer carrera de mi, me envió a Toledo, al lado de un hermano suyo, que era canónigo, el cual trató de hacerme sacerdote, mas yo, que sólo pensaba en repartir estocadas y mandobles a diestro y siniestro, junto a las rejas de las nobles damas, porque ora mi ambición soñaba hacer fortuna por medio de un casamiento ventajoso, no hice caso alguno de sus buenos consejos y extrayendo de sus arcas cuanto dinero pude, huí de Toledo, acompañado dé otro perdido como yo.
III
Granada fue la ciudad que elegimos para teatro de nuestras locuras; cambiamos de nombre y en poco tiempo nos hicimos notables por camorristas y alborotadores, saliendo siempre ilesos en las continuadas peleas.
Siguiendo en mi idea de casarme con una mujer rica, fijé mis ojos en una hermosa joven hija de una gran familia; ella también reparó en mí y me quiso desde que me vio, porque yo tenía la hermosura del ángel malo, como decís en la tierra, y subyugué por completo a Clemencia, que era cándida y buena.
Con el oro vencí la resistencia de su anciana dueña, que me facilitó la entrada en el jardín de la casa, donde hablaba con Clemencia, la cual debía casarse con un pariente suyo a quien no amaba; le propuse la fuga, pero ella casta y pura, se negó a ello y entonces la dije que un - sacerdote nos bendiciría antes de abandonar el hogar paterno.
Así fue: Mi compañero de aventuras, disfrazado con un hábito de fraile, me acompañó una noche y en un pabellón del jardín tuvo lugar la menuda y sacrílega ceremonia, siendo testigo la dueña de Clemencia: ésta, pálida y temblorosa, abandonó la casa de sus mayores, dominada por mi poderosa voluntad.
IV
Pasamos ocho días en una casa de campo: Clemencia era dichosa, y yo le dicté una carta para su padre, pidiéndole perdón y permiso para echarnos a sus pies; pero nuestra súplica fue en vano; la dueña de Clemencia contó a la madre de ésta nuestro secreto casamiento y enterado su padre, púsose furiosísimo, declarando que desheredaba a la hija ingrata, prohibiendo terminantemente que nadie la nombrara en su presencia, puesto que para él ya había muerto.
La dueña de Clemencia, despedida de la casa, fue la que nos enteró de todo lo ocurrido, dejándome desconcertado, porque echaba por tierra todos mis planes de riqueza y poder.
Mi amigo me aconsejó que dejáramos a Granada antes que nos hicieran dormir a la sombra; comprendí que tenía razón y quise dejar allí a Clemencia; pero mi compañero no lo juzgó prudente diciendo: que tiempo había para esto; y salimos los tres con dirección a Cádiz; allí hice conocimiento con un capitán negrero y sin decir una palabra ni a Clemencia ni a mi amigo, me embarqué con rumbo a Cuba.
Durante el viaje no dejó de turbar mi sueño un vago remordimiento: Clemencia iba a ser madre, y la dejaba abandonada en una ciudad extraña; mas a fuerza de embriagarme, acallé los gritos de mi conciencia.
V
Me asocié con el capitán del buque y al cabo de dos años había hecho buen negocio, vendiendo a mis hermanos. Conocí a una linda criolla, que era inmensamente rica y tresmeses después era mi esposa.
Permanecí en Cuba algunos años y después decidí fijar mi residencia en Madrid.
Emprendimos el viaje, y al llegar a Cádiz miré a todos lados con recelo, temiendo encontrar a Clemencia que ni un solo día había dejado dejado ver en mi mente.
¡La víctima seguía al verdugo ...! Dejé la antigua Gades, sin perder momento y llegamos a Madrid, donde viví un año rodeado de un lujo fabuloso, queriendo a fuerza de aturdimiento desoír la voz de mi corazón, que continuamente me atormentaba.
Mi esposa deliraba por mí, pero ella sólo me inspiraba la más completa indiferencia; mi pensamiento esclavo del oro, se encontraba como Tántalo: condenado a ver el agua y a morir de sed.
Mi vida era un infierno; dos mujeres me habían amado y yo nada había sentido. Muchas noches las pasaba en la crápula y en la orgía, volviendo a mi casa desesperado, pensando más que nunca en Clemencia.
Una tarde salí con mi esposa y al anochecer encontramos el viático en la calle de Toledo: mi mujer saltó del coche, más ligera que el deseo y suplicó al anciano sacerdote que subiera a él, siguiendo nosotros a pie.
Mi compañera era fanática en demasía, pero hacía muchas obras de caridad, siendo una de ellas el visitar a los enfermos.
Me propuso que siguiéramos al viático por si el enfermo era pobre dejarle una limosna; accedí a ello y sin poderme dar cuenta de lo que sentía, ansiaba llegar.
Llegamos al fin a un callejón sucio y hediondo y entramos en una casa donde se aspiraba un ambiente mefítico.
Al final de un patio largo y estrecho, encontramos en una habitación donde unas cuantas mujeres rodeaban una miserable cama, si tal nombre merece un mal jergón tendido en el suelo, húmedo y frío.
Una pobre mujer ocupaba aquel pobre lecho, y al verla no pude contener un grito: Clemencia, moribunda, estaba ante mis ojos.
La enferma se movió ligeramente, como queriendo ahogar un gemido. El sacerdote se inclinó como para reconocerla y dijo con acento compasivo:
--Si yo hubiera sabido que me llamabais para auxiliar a Clemencia no hubiera venido, porque vestida y calzada se podrá ir a la gloria, que bien ganada la tiene, ¡pobre mártir….!
Se prosternó, oró breves momentos, bendijo a la enferma y salió diciendo: dejadla dormir, mañana volveré a verla.
Mi mujer dio algún dinero a una de aquellas mujeres ,y salió tristemente preocupada, diciéndome que al día siguiente volvería acompañada de su médico.
VI
Nada le repliqué; pero en seguida que llegamos a casa, busqué a un célebre doctor, amigo mío, con quien me dirigí a ver de nuevo a Clemencia, que seguía sumergida en un profundo letargo.
Mi amigo la miró con tristeza y me dijo: Esta noche dejara de existir. -¿,Sin despertar de su sueño?--le pregunté.
¡Oh!, eso si; me contestó, y sacando de su bolsillo un pomito que contenía elixir, vertió en sus labios algunas gatas y mandó salir a dos ancianas que velaban a la moribunda.
Abrió Clemencia los ojos y entonces mi amigo la hizo beber lo que quedaba de aquel cordial. Momentos después un raudal de llanto bañó su rostro , y reclinando su cabeza en mi hombro; me dijo con penas perceptible.
---Al fin has venido, ¡cuanto tiempo te he esperado! ¿Por qué has tardado tanto?
Yo no sabía qué contestar; el dolor y el remordimiento más horrible, ponían un nudo a mi garganta y sólo pude murmurar: He sido un miserable, perdóname.
-Hace mucho tiempo que te perdoné, para que Dios y mis padres me perdonaran también.
-¿Y qué ha sido de ti ...? ¿Cómo has vivido, Clemencia mía?
Breve es mi historia: Cuando te fuiste, a los tres meses un ángel vino a hacerme compañía; tres años vivió conmigo, y luego... tendió sus alas y se fue al cielo, ¡ pobre hija. mía!, se murió muy a tiempo.
-¿Por qué?
--Porque yo de tanto llorar me quedé ciega; mi dueña vino a buscarme a Cádiz, y me trajo a Madrid, donde la ciencia, pudo más que mi dolor, y volví a ver la luz del día.
Habíamos agotado todos nuestros recursos de alhajas y de ropa y nos dedicamos a coser para poder vivir; pero mi anciana amiga murió en mis brazos y este triste suceso me hizo perder las pocas fuerzas que tenía, y tuve que ir a pedir limosna para llevar pan a mis labios; al fin caí enferma y estuve en el hospital muchos meses; después... me arrojaron de allí, porque se hizo mi enfermedad crónica, y últimamente encontré un alma buena que me dejó vivir aquí, y me he alegrado morir en la soledad, para que nada me distrajera y pudiera constantemente pensar en ti. ¿Y tú, dime; qué has hecho?
La iba a contestar sin saber qué decirla, cuando mi amigo se puso un dedo en los labios y me indicó con su mirada, que mirara bien a Clemencia; ésta había cerrado los ojos y de su pequeña boca destilaban algunas gotas de sangre, que recogí con mi pañuelo.
De nuevo abrió los ojos, diciendo con acento apagado: ¡Gracias, Dios mío!, al fin le he visto,
¡muero feliz!, y cayó sobre la almohada para no levantarse más.
Mi amigo me quiso arrancar de la fúnebre estancia, pero todos sus esfuerzos fueron inútiles; permanecí clavado ante aquél cadáver, sintiendo un remordimiento sin límites, y un amor inmenso y loco: desesperado, sin fe, sin creencias, sin consuelo alguno, acompañé, hasta el cementerio, a la sombra de mi vida, y después febril, jadeante; sin conciencia de lo que hacía, huyendo, de mí mismo, corrí... corrí a la ventura y me precipité en el canal, terminando violentamente mi abominable existencia.
VII
Cuán equivocado está el hombre cuando cree que con el suicidio se acaba su tormento, y es al contrario, que se multiplica ciento por uno.
Todo el tiempo que al hombre le resta que estar en la tierra, cumpliendo, su expiación, permanece en la erraticidad, sintiendo la violenta agonía de la muerte; yo por mí sé decirte, que contemplaba el canal, veía su agua turbia, y flotando en ella mi cadáver el que llegaba hasta la orilla, saltaba a tierra y se precipitaba de nuevo en la corriente, sintiendo en todo mi ser la inexplicable impresión, la angustia indefinible que había experimentado al morir, y volvía nuevamente a subir y a caer.
No se cuánto tiempo estuve así; porque en el espacio no se conoce el límite de los años; pero cuando se cumplió el plazo de mi vida, se me apareció el espíritu de Clemencia, que me dijo:
-¡Desgraciado!, tu obcecación nos separó en la tierra y por mucho tiempo nos separará en la eternidad; vas a encarnar de nuevo, elige prueba, y si la sufres con resignación, recuperarás algo de lo que has perdido.
Desapareció la fulgente visión y yo pedí a Dios una existencia de martirio y humillación, ya que tan orgulloso había sido en mi vida pasada.
VIII
Volví a la tierra y escogí una familia rica; hija única, mis padres me adoraban y los perdí en edad temprana, quedando en poder de tutores, que mermaron mi fortuna, gastando yo el resto, a mi, mayor edad, con la libertad más desenfrenada.
Cual otra impúdica Mesalina, me lancé en la vida del vicio, y como en esa senda, dado el primer paso, se va descendiendo hasta hundirse en el abismo, yo dejé de ser mujer, para convertirme en cosa, hasta que llegó un día, que agostada mi belleza, pobre y sola, miré en torno mío, y lloré amargamente, porque todos huían de mí como si tuviera lepra. Razón tenían, yo tenía lepra en el alma, tarde reconocí mis desaciertos.
Tan escandalosa había sido mi vida, tan pública mi humillación, que no encontré taller para trabajar, ni casa donde servir; la sociedad me rechazaba, el hambre me hacía sentir sus terribles convulsiones y mi cuerpo cayó desplomado en tierra, devorado por la enfermedad.
Diez años fui rodando por los hospitales, los cuatro últimos los pasé donde viste mi cadáver. Clemencia me prestaba su amparo, porque sufrí con resignación mis acerbos padecimientos.Cuando dejé la tierra salió a mi encuentro y me dijo: Que había andado a jornadas dobles el camino, y que en mi próxima encarnación, iría a un mundo mucho más adelantado que el vuestro.

Adiós, Amalia, me parece mentira que haya dejado mí andrajosa envoltura; la luz me rodea y siento en mí renacer algo grande, que jamás he sentido en ese triste y oscuro planeta.
Te guardo gratitud por la compasión que te inspiré; tú eres el único recuerdo grato que tengo en ese mundo. Adiós; sigue resignada con el peso de tu cruz hasta llegar al calvario, y
encontrarás después de la muerte, lo que nunca podéis soñar ni entrever en ese destierro: luz, vida y verdad. «Adiós».
Este resumen de dos existencias se obtuvo en varias reuniones. Yo, dejándole toda la verdad
histórica, he cuidado únicamente de compendiarlo en lo posible.
Este relato manifiesta, que no se derrama una lágrima que no tenga su razón de ser.
¡Cuán grande es el Espiritismo! Es la esencia de la razón. ¡Y que haya estado tantos siglos
oculto a nuestro entendimiento!
Verdaderamente los espíritus que encarnamos en la tierra (exceptuando algunos genios
superiores que vienen a cumplir una gran misión), ¡en qué estado tan deplorable de atraso nos
encontramos!
¡Qué pequeña!, ¡qué mezquina, y qué egoísta es la humanidad! y qué orgullosa al mismo tiempo: pero esto no debe de extrañarse, porque no hay nada más osado que la ignorancia y la
nuestra es limitada.
Dijo Chateaubriand, que la naturaleza decía una palabra en cada siglo: y en el nuestro la pronunció también: ¡Espiritismo! La palabra más trascendental qué ha resonado en el Universo, repitiéndola el eco de mundo en mundo.
Palabra mágica que cambiará todo lo creado. Ella llevará la civilización de polo a polo; de zona a zona; ella conquistará la tierra palmo a palmo, pero sin dejar tras de si la sangrienta huella que dejaron Alejandro, César y Napoleón. Dice Pelletan, que si la fuerza es el alma de la materia, en pago, la idea es el alma de la fuerza.
Pues bien; esa será la soberana del orbe, la idea, crisálida de la razón por la cual el hombre conoce lo que vale, y el día que la humanidad reconozca sus defectos, dejará de ser la tierra un planeta de expiación.
Todas nuestras guerras civiles y religiosas, todas nuestras luchas intimas de familia a familia,
de individuo a individuo, no tienen más causa ni más origen, que la creencia errónea que abrigamos, que no nos da la suerte todo el bien que merecemos.
El día en que todos estén convencidos que no hay razas desheredadas, sino que cada cual se deshereda a sí mismo, reinará. sobre la tierra la moral evangélica de Cristo; la humanidad formará una sola familia, y entonces no habrá escritores como Dumas (padre), que digan con fundada razón: «¡Hombres! ¡hombres!, raza de cocodrilos..”
Espiritistas de todas las naciones, roguemos a Dios que la razón domine en el mundo. 1875.
Amalia Domingo Soler.

SI ALGUNO TE HIERE EN LA MEJILLA DERECHA PRESENTALE TAMBIEN LA OTRA.

SI ALGUNO TE GOLPEA EN LA MEJILLA DERECHA
OFRÉCELE TAMBIÉN LA OTRA
 

Habéis aprendido que fue dicho: ojo por ojo y diente por diente. Pero yo os digo que no os resistáis al mal que os quieran hacer; mas, si alguno os golpea en la mejilla derecha, ofrecedle también la izquierda; y si alguno quiere pelear con vosotros para tomar vuestra túnica, dejadle también la capa; y si alguno os obligare a marchar mil pasos con él, haced aun dos mil. Dad al que os pidiere y no rechacéis al que os quiere pedir prestado. (San Mateo, cap. V, v. de 38 a 42).
E.S.E. Item 8.
Los prejuicios del mundo sobre lo que se llama entre los hombres punto de honor, dan esa susceptibilidad sombría, nacida del orgullo y de la exaltación de la personalidad, que lleva al hombre a retribuir injuria por injuria, insulto por insulto, lo que parece justo a aquel cuyo sentido moral no se eleva sobre las pasiones terrestres; por eso la ley mosaica decía: ojo por ojo, diente pordiente, ley en armonía con el tiempo en que vivía Moisés: Cristo vino y dijo: Retribuid el mal con el bien. Dijo más: “No resistáis al mal que os quieran hacer; si alguno te golpea en una mejilla, ofrécele también la otra.” Para el orgulloso, esta máxima parece una cobardía, porque no comprende que se necesita más valor para soportar un insulto que para vengarse y esto siempre por esa causa que hace que su visión no se transporte más allá del presente. Pero, ¿es necesario tomar esta máxima al pie de la letra? No más que aquella que dice para arrancar el ojo si éste fuere ocasión de escándalo; llevada adelante con todas sus consecuencias, sería condenar toda represión, aun cuando fuese legal, y dejar el campo libre a los malos quitándoles todo miedo; si no se pusiese un freno a sus agresiones, muy pronto serían víctimas suyas todos los buenos.
El mismo instinto de conservación, que es una ley natural, dice que no es preciso extender con benevolencia el cuello al asesino.
Por tanto, con estas palabras, Jesús no prohibió la defensa, sino que condenó la venganza. Diciendo que se ofrezca una mejilla cuando la otra fue golpeada, es decir, bajo otra forma, que no es preciso retribuir el mal con el mal; que el hombre debe aceptar con humildad todo lo que tiende a rebajarle su orgullo; que es más glorioso para sí, ser herido que herir, soportar pacientemente una injusticia que él mismo cometer una; que vale más ser engañado que engañar y ser arruinado que arruinar a otros. Esto es al mismo tiempo, la condenación del duelo, que no es otra cosa que una manifestación de orgullo. Sólo la fe en la vida futura y en la Justicia de Dios, que nunca deja el mal impune, puede dar la fuerza de soportar pacientemente los golpes dirigidos contra nuestros intereses y nuestro amor propio; por esto decimos sin cesar: Dirigid vuestras miradas al porvenir, pues cuanto más os elevéis con el pensamiento sobre la vida material, menos os angustiarán las cosas de la Tierra.

ESPERANDO POR TI
Antes de que pronuncies la frase amarga que estalla en tu corazon con la intencion de romper las barreras de tu boca, piensa en la bondad de Dios que te rodea por completo.
La naturaleza es el seno de una madre expectante...
Se asemeja la luz celestial a la mirada del amor que te sigue encubiertamente y el aire que respiras es como un soplo de la ternura de alguien, que te provee alimento invisible.
Todo presta servicio en silencio, mientras espera por ti.
Se abre la via publica a tus pies, a modo de amistosa invitacion, el agua pura esta lista para aliviar tu sed; el libro noble aguarda el roce de tus manos para consolarte, en tanto que el fruto que cuelga del arbol ruega humildemente que lo tomes.
Reflexiona acerca de la bondad de Dios y nunca pronuncies la palabra que decepcione o maldiga.
Callate cuando no puedas auxiliar.
Permite a tu alma enternecerte mediante la ayuda en la edificacion del Bien Eterno, que todo nos concede sin exigirnos nada.
Comprenderas, entoncesn que Dios te brinda la vida como una divina Sinfonia, y esa Divina Sinfonia necesita que tambien tu le aportes tu nota.
Meimei.

sábado, 21 de junio de 2014

MENSAJE



Introduccion. Hermanos este mensaje nos esclarece y nos sensibiliza en el camino.
Es para todos en el momento particular que vivimos hoy...

MENSAJE

San Agustín es uno de los más grandes propagadores del Espiritismo; se manifiesta casi en todas partes, y la razón de ello está en la vida de este gran filósofo cristiano. Pertenece a aquella vigorosa falange de Padres de la Iglesia a los cuales la cristiandad debe sus más sólidos apoyos. Como muchos, fué arrebatado al paganismo, mejor dicho, a la más profunda impiedad, por el resplandor de la verdad. Cuando en medio de sus desvíos sintió en su alma esta vibración extraña que le hizo volver en sí mismo y comprender que la felicidad estaba en otra parte y no en los placeres embriagadores y fugitivos; cuando, en fin, marchando por el camino de Damasco, oyó también la voz santa que le gritaba; Saul, Saul, ¿por qué me persigues?, exclamó: ¡Dios mío! ¡Dios mío! perdóname, creo, ¡soy cristiano!; y desde entonces fue uno de los más firmes defensores del Evangelio. Se pueden leer en las notables confesiones que nos dejó este espíritu eminente, las palabras características y proféticas al mismo tiempo, que pronunció después de haber perdido a santa Mónica: "Estoy convencido de que mi madre volverá a visitarme y a darme consejos, revelándome lo que nos espera en la vida futura". ¡Qué enseñanza en estas palabras, y que resplandeciente previsión de la futura doctrina! Por esto hoy día, viendo llegada la hora para divulgar la verdad que en otro tiempo presintió, se ha hecho su ardiente propagador y se multiplica, por decirlo así, para acudir a todos los que le llaman. (Erasto, discípulo de San Pablo. París, 1863).

NO HE VENIDO A TRAER LA PAZ SINO LA DIVISION


No he venido a traer la paz sino la division.

Fuego vine a poner en la tierra; ¿y qué quiero sino que arda? – Con bautismo es menester que yo sea bautizado; ¡y cómo me angustio basta que se cumpla! - ¿Pensáis que soy venido a poner paz en la tierra? Os digo que no, sino división; - porque de aquí en adelante habrán cinco en una casa divididos, los tres estarán contra los dos, y los dos contra los tres. - Estarán divididos: el padre contra el hijo, y el hijo contra su padre, la madre contra la hija, y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra. (San Lucas, cap. XII, v. de 49 a 53).

Es preciso notar que el cristianismo llegó cuando el paganismo estaba en decadencia, y se debatía contra las luces de la razón. Se practicaba aún por fórmula, pero la creencia había desaparecido; sólo el interés personal la sostenía. Pero el interés es tenaz; nunca cede a la evidencia irritándose tanto más cuanto más perentorios son los razonamientos que se le oponen y le demuestran mejor su error; sabe bien que está en él, mas esto no le conmueve, porque la verdadera fe no está en su alma; lo que más teme es la luz que abre los ojos de los ciegos; este error lo aprovecha, y por esto se aferra a él y lo defiende. 

¿Sócrates no había, también, emitido una doctrina análoga, hasta cierto punto, a la de Cristo? ¿Por qué, pues, no prevaleció en aquella época en uno de los pueblos más inteligentes de la tierra? Es que el tiempo no había llegado aún; Sócrates sembró en una tierra que no estaba trabajada; el paganismo aun no se había "gastado". Cristo recibió su misión providencial en tiempo propicio. Todos los hombres de su época no estaban, ni mucho menos, a la altura de las ideas cristianas; pero había una aptitud más general en asimilárselas porque se empezaba a sentir el vacío que las creencias vulgares dejaban en el alma. Sócrates y Platón abrieron el camino y predispusieron los espíritus. (Véase en la Introducción, párrafo IV, "Sócrates y Platón, precursores de la idea cristiana y del Espiritismo"). 

SUGERENCIAS DE UN AMIGO

Aunque tengas razon, escucha en silencio la reprimenda injustificada.
Oir para examinar, es oportunidad de aprendizaje y experiencia.
Aunque la lecccion amargue tu espiritu, recibela como dadiva preciosa.
Es preferible una verdad que hiere pero salva a una ilusion que agrada y desvanece.
Aunque hayas sido convidado al debate por la causa que amas, disculpate y prosigue en la accion. 
Muchas palabras exaltan pocas razones,
Aunque el dolor se constituya en el unico compañero de tus labores evangelicas, prosigue resueltamente.
El cincel que hiere la piedra, extrae de ella la valiosa escultura.
Aunque la espada invisible de la calumnia abre heridas en tu corazon, continua animoso.
El bien es luz inextinguible.
Aunque la urna sombria de tu yo te grite que vivas solamente para ti , rompe los grilletes y ayuda a la comunidad en aquel que esta a tu lado. La ostra mas resistente en soledad, se despedaza contra los arrecifes del inmenso mar.
Aunque la lucha parezca inutil, confia en el valor de la perseverancia que sabe actuar.
los polenes de una sola flor son suficientes para multiplicar indefinidamente hermoseando la naturaleza.
Aunque cada noche la hiel de la amargura vierta en tus lagrimas el acre sabor de la desesperacion, despierta al dia siguiente bendiciendo la aurora.
Quien contemple una noche de vendaval, no creera en la posiblilidad de un claro sol en la mañana siguiente.Sin embargo...
Aunque la fuerza de la maledicencia empañe la claridad de tu luz, no devuelvas mal por mal.
El arbol abatido responde a la ofensa con la productividad.
Aunque tus hermosos sueños de asistencia fraternal y de socorro cristiano se transformen en pesadillas aflictivas en los dias de actividad prosigue confiado y sin temores.
Considerado por sus familiares de Nazareth como embustero y endemoniado, el Maestro prosiguio en el ministerio de la verdad ampliando las posibilidades de la Buena Nueva en el vergel deshecho de los corazones humanos, para atestiguar en la cruz la suprema victoria del amor, como unica via de " luz que da vista a los ciegos" y da oportunidad de liberacion al espirtitu sediento de inmortalidad.
Marco Prisco.