domingo, 31 de agosto de 2014

EL YUGO LIGERO


 Venid a mí todos los que estais trabajados y cargados y yo os aliviaré. -
Traed mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que manso soy y humilde de corazón: y hallaréis reposo para vuestras almas. - Porque mi yugo suave es, y mi carga ligera. (San Mateo, cap. XI, v. 28, 29 y 30).


 CAP VI Item 8
 Dios consuela a los humildes y da fuerza a los afligidos que se la piden. Su
poder cubre la tierra, y en todas partes al lado de una lágrima, hay un bálsamo que consuela. El sacrificio y la abnegación son una continua oración y encierran una enseñanza profunda: la sabiduría humana reside en esas dos palabras. Que todos los espíritus que sufren puedan comprender esta verdad, en vez de clamar contra los dolores y los sufrimientos morales que son vuestro lote en la tierra. Tomad, pues, por divisa, estas dos palabras: "sacrificio y abnegación", y seréis fuertes, porque ellas resumen todos los deberes que imponen la caridad y la humildad. El sentimiento del deber cumplido os dará el reposo del espíritu y la resignación. El corazón late mejor, el alma se calma y el cuerpo no desfallece: porque el cuerpo sufre tanto más cuanto el espíritu estámás profundamente herido. (El Espíritu de Verdad. Havre, 1863.)

ESTAR CON TODO

Libro de los Espiritus Pregunta 886
REFLEXION
 Cual es el verdadero sentido de la palabra caridad tal cual la entendia Jesus?

Frecuentemente nos encontramos con hermanos de una excelente formación moral,
quienes están convencidos que practicar la caridad es aceptar todo y que la paciencia debe
soportar sin ninguna limitación.
La evolución, sin embargo, en su proceso de realización, exige más la superación
que la conservación.
En ningún sector de la existencia el progreso y la cultura se complican con el “estar
con todo”.
La caridad de la vida es el perfeccionamiento.
La paciencia de la Naturaleza es la selección.
Todas las disciplinas que orientan a las almas pulen impulsos hábitos, preferencias y
actitudes impropias de la dignidad espiritual.
Todos los seres existentes en la Tierra se purifican en la medida que el tiempo les
corrige las imperfecciones.
En la experiencia cotidiana los ejemplos son aún más evidentes.
Se compra de todo para la alimentación del núcleo familiar, pero de ello no se
aprovecha indiscriminadamente.
El cuerpo humano que está al servicio del Espíritu encarnado, en oportunidades se
nutre de todo, más nunca retine todo. Expulsa mecánicamente lo que no sirve.
En el plano del alma, la lógica no es distinta. Podemos ver, oír y aprender todo, pero
sí es aconsejable destacar lo bueno de cada cosa, no resulta comprensible concordar con
todo.
Es necesario ver, oír y aprender con discernimiento. Observando a un compañero
mentalmente desequilibrado es imprescindible hacerlo con caridad y paciencia, pero en
nombre de la caridad y de la paciencia no nos podemos identificar con su locura.
Debemos tratar con benevolencia y suavidad a quienes no piensan como nosotros,
sin embargo, con intenciones de serles agradables no podemos aceptar sus preconceptos,
engaños, inexactitudes o impropiedades.

La Doctrina Espírita está basa mentada en la lógica, siendo por ello que, para ser
espíritas, es imposible evadirnos de ella.
Hay que auxiliar a todos, tanto como sea posible, más analizando todo, a los efectos
de que el juicio nos oriente siempre...
Pablo de Tarso escribiendo a los corintios expresó que “la caridad todo sufre, todo
cree, todo espera, todo soporta”, más no se olvidó de recomendar a los tesalonicenses que
examinen todo, reteniendo lo bueno. Admitamos así, con el máximo respeto al texto
evangélico que el Apóstol de los Gentiles habríase hecho entender claramente explicando
que la caridad todo sufre con el fin de ser útil, todo cree con discernimiento, todo espera con
idea de realizar lo mejor y todo soporta con el objetivo de aprender, pero no para estar con
todo y todo aprobar.
André Luiz

sábado, 30 de agosto de 2014

LA PACIENCIA

1. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la Tierra. (San Mateo, cap. V, v. 4).
E.S.E. CAP IX ITEM 7
El dolor es una bendición que Dios envía a los elegidos; no os aflijáis, pues,cuando sufrís, sino por el contrario, bendecid a Dios Todopoderoso que os ha señalado el dolor en la tierra para la gloria en el cielo.
Sed pacientes; la paciencia también es una caridad, y vosotros debéis practicar la ley de caridad enseñada por Cristo, enviado de Dios. La caridad que consiste en la limosna que se da a los pobres, es la más fácil de todas: pero hay una mucho más penosa, y por consecuencia mucho más meritoria: es "la de perdonar a aquellos que Dios ha colocado a nuestro paso para ser instrumentos de nuestros sufrimientos y poner nuestra paciencia a prueba".
La vida es difícil, ya lo sé; se compone de mil frioleras que son alfilerazos que
acaban por herir; pero es menester mirar los deberes que se nos han impuesto, los
consuelos y las compensaciones que por otra parte tenemos, y entonces veremos que las
bendiciones son mucho más numerosas que los dolores. La carga parece menos pesada
cuando miramos a la altura que cuando doblamos la frente hacia el suelo.
Animo, amigos, Cristo es vuestro modelo; sufrió más que ninguno de vosotros, y
nada tenía que echarse en cara, mientras que vosotros tenéis que expiar vuestro pasado
y fortificaros para el porvenir. Sed, pues, pacíficos; sed cristianos; esta palabra lo enseña
todo. (Un Espíritu amigo. Havre, 1852).

jueves, 28 de agosto de 2014

ACCION DE LA ORACION

2. Y cuando estuviéreis para orar, si tenéis alguna cosa contra alguno,
perdonadle: para que vuestro Padre que está en los cielos, os perdone también
vuestros pecados. - Porque si vosotros no perdonáreis, tampoco vuestro Padre que
está en los cielos os perdonará vuestros pecados. (San Marcos, capítulo XI, v. 25 y
26).


 E.S.E. Cap XXVII Item 9.
9. La oración es una invocación; por ella nos ponemos con el pensamiento en
relación con el ser a quien nos dirigimos. Puede tener por objeto suplicar, dar gracias o
glorificar. Se puede orar para sí mismo, para otro, para los vivos y para los muertos. Las
oraciones dirigidas a Dios son oídas por los espíritus encargados de la ejecución de su
voluntad, y las que se dirigen a los buenos espíritus son transmitidas a Dios. Cuando se
ruega a otros seres que a Dios, sólo es con el titulo de intermediarios, de intercesores,
porque nada puede hacerse sin la voluntad de Dios.

miércoles, 27 de agosto de 2014

NECESITADOS DIFICILES

EVANGELIO  — Cap. XII — Item 1
Reflexionando
En muchas circunstancias consideramos en la Tierra que las horas desafortunadas son únicamente aquellas en que la aflicción nos remuerde la existencia bajo la forma de tristeza, abandono, enfermedad, privaciones. . .
El espirita sabe, sin embargo, que existen otras que son tal vez peores... No ignora, por ejemplo, que hay días que se cubren de una felicidad aparente en los cuales el sentimiento, anestesiado por la ilusión, cae rendido ante las tinieblas.
Tiempos en que los hermanos engañados se consideran seguros...
Ocasiones en que campaneros hastiados del comodísmo sienten hambre de luz, y nada saben de ella. ..
No siempre estarán ellos expuestos en la vitrina con espectacular afectación ante la observación pública o social, o recibiendo los improperios acusadores o las alabanzas adulaciones de la multitud...
A veces conviven cerca nuestro, en casa o en el barrio, en el trabajo o en el estudio, en el viaje o en la institución espirita... El espirita consciente reconoce en ellos a los necesitados difíciles de las horas desafortunadas. En muchas circunstancias se ve obligado a convivir con ellos, compartir una determinada actividad, a oírlos y obedecerlos hasta el punto límite como el deber profesional o el compromiso hogareño le indiquen como obligación.
No obstante observa que, para ser útil a ellos, no será imprescindible congraciarse con el asentimiento de todas sus actitudes, tal como hace el cazador frente a su presa, tratando de atraerla con medios artificiosos para destruirla con mayor seguridad.
***
¿Cómo se podrá ejercer la solidaridad con ellos? — se preguntará, ¿Cómo menospreciarlos si carecen de todo apoyo?
Necesitamos aclarar, sin embargo, que para ayudarlos fraternalmente en toda circunstancia no es requisito indispensable sonreírles siempre.
Todos podemos brindar cooperación solidaria a los necesitados difíciles de las horas desafortunadas, ya sea silenciando o dilucidando situaciones conforme a nuestra comprensión evangélica, pero sin anularles sus posibilidades de aprender, crecer, mejorarse y servir, aprovechando los talentos de la vida para el trabajo que tienen a desempeñar en la tarea que el Maestro les confió. Aun cuando se constituyan en adversarios nuestros sin ningún motivo, debemos ayudarlos ...
Jesús no nos aconsejó festejar a quienes apedreen nuestra conciencia tranquila, como tampoco nos enseñó destruirlos. Mas, en conocimiento de que no nos es posible concordar con ellos, como tampoco odiarlos, nos exhortó certeramente con estas palabras
inmortales: "¡Amad a vuestros enemigos, orad por los que os persiguen y calumnian!..."
Es por ello que a todos los necesitados difíciles de las horas desafortunadas, a los cuales no nos es posible extenderles nuestros brazos fraternos en forma inmediata, podemos amarlos en espíritu, amparándolos en el camino por medio de la oración.

VOLVER BIEN POR MAL


1Habéis oído que fué dicho: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu
enemigo. - Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os
aborrecen, y rogad por los que os persiguen y calumnian: - para que seáis hijos de
vuestro Padre que está en los cielos: el cual hace nacer su sol sobre buenos y malos,
y llueve sóbre justos y pecadores. -Porque si amáis a los que os aman, ¿qué
recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? - Y si
saludareis tan solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de más? ¿no hacen esto
mismo los gentiles?
Porque os digo, que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los
Escribas y Fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. (San Mateo, cap. V, v. de
43 a 47 y 20).
E.S.E CAP XII Item 1

martes, 26 de agosto de 2014

LA COLERA

1. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la Tierra. (San
Mateo, cap. V, v. 4).
2. Bienaventurados los pacíficos, porque hijos de Dios serán llamados (Id.,
v. 9).
3. Oísteis que fué dicho a los antiguos: No matarás, y quien matare,
obligado quedará a juicio. - Mas yo os digo, que todo aquél que se enoja con su
hermano, obligado será a juicio. Y quien dijera a su hermano Racca, obligado será
a concilio. Y quien dijere insensato, quedará obligado a la gehenna del fuego. (Id.,
v. 21 y 22).

E.S.E. Capitulo IX Item 10.
Según la idea muy falsa de que uno no puede reformar su propia naturaleza, el hombre se cree dispensado de hacer esfuerzos para corregirse de los defectos en los que se complace voluntariamente, o que exigirían demasiada perseverancia; así es, por ejemplo, que el hombre inclinado a la cólera se excusa casi siempre con su temperamento, achaca la falta a su organismo, acusando de este modo a Dios, de sus propios defectos. Esto es también una consecuencia del orgullo que sc encuentra mezclado en todas sus imperfecciones.
Sin duda hay temperamentos que se prestan más que otros a los actos violentos, como hay músculos más flexibles que se prestan mejor a movimientos de fuerza, pero que no creáis que ésta sea la causa primera de la cólera y estad persuadidos de que un espíritu pacífico, aun cuando estuviese en un cuerpo bilioso, siempre será pacífico, y que un espíritu violento, en un cuerpo linfático, no será más dócil; sólo que la violencia tomará otro carácter, no teniendo un organismo propio para secundar su violencia, la cólera se concentrará, y en otro caso será expansiva.
El cuerpo no da la cólera al que no la tiene, así como tampoco los otros vicios; todos los vicios y todas las virtudes son inherentes al espíritu; sin esto, ¿en dónde estaría el mérito y la responsabilidad? El hombre contrahecho no puede enderezarse porque el espíritu no toma parte en esto, pero puede modificar lo que es del espíritu cuando tiene para ello una firme voluntad. ¿No os prueba la experiencia, espiritista, hasta dónde puede llegar el poder de la voluntad, por las transformaciones verdaderamente milagrosas que veis operarse? Decid, pues, que "el hombre sólo es vicioso porque quiere serlo"; pero que el que quiere corregirse, siempre puede hacerlo. De otro modo la leydel progreso no existiría para el hombre. (Hanhemann. París, 1863).

REFLEXION 

La colera siempre estara alli en ese espiritu que viene batallando con estas mismas tendencias desde hace milenios, unas veces en cuerpos biliosos , otras veces en cuerpos linfaticos. Lo importante es comprender el Evangelio que nos ayuda a ser mejores cristianos como  por fin  nos compete a los espiritas  ; veamos pues que la cólera  es igual tanto en el que se concentra la colera como en el se hace expansiva porque es una cuestion del espiritu; no esta en como se manifiesta sino en el daño que sigue haciendonos como seres humanos que deseamos crecer para mejorar,  para evolucionar, es nuestro espiritu que en este momento cualquiera que sea el estado de como lo exprese, sencillamente es que espiritualmente no tomamos  conciencia de este  estado  de infraccion y se mantiene en descontento el espiritu , sin buscar el fondo del problema que nos atañe particularmente desde dentro, reconociendonos , buscando la comprension,tomando  los correctivos del problema en si,  sin remilgos ni contratiempos para afrontar siempre el dia a dia en un autoencuentro permanente.


lunes, 25 de agosto de 2014

AUTOCRITICA

Ese trabajo analítico de adentro y para adentro nace de la humildad y de la intención de acertar con el bien, de mostrándonos el exacto valor de nuestras posibilidades en cualquier manifestación.
Autocrítica si y siempre...
Podadera de la sensatez – corta lo superfluo de la fantasía.
Balanza del comportamiento – sopesa todos nuestros actos.
Lima de la verdad – come a la ilusión.
Metro moral – define la medida de nuestro discernimiento.
En todas las expresiones personales es posible errar, en más o en menos.

Quien no avanza por el camino del equilibrio, el que sólo la autocrítica nos señala
con nitidez, resbala fácilmente en lo inexacto o en el exceso, perdiendo así la línea de los
valores y las proporciones.
Con la autocrítica, lisonja y censura, elogio y sarcasmo dejan de ser peligrosos destructores, toda vez que la mente, provista de semejante luz, acata los dictados del buen sentido,evitando la audacia exagerada de quien intenta volar hasta las nubes sin alas o el temor enfermizo dequien no se anima a dar un solo paso por sentirse incapacitado; al mismo tiempo que amplía las corrientes de cooperación y simpatía alrededor de sí misma por los recursos de que dispone en la medida certera del bien, pues bajo ella, la compasión no empeora al necesitado y la caridad no humilla a quien sufre.
Sé fiscal de ti mismo, a los fines de no erigirte en verdugo de tus prójimos y, estudiando tus propias acciones, vive hoy tu condición de juez de ti mismo, a efectos de que mañana no sufras la amarga tortura del delincuente.
André Luiz

EL HOMBRE DE BIEN

1. Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os
aborrecen: y rogad por los que os persiguen y calumnian. - Porque si amáis a los
que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los
publicanos? - Y si saludáreis tan solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de
más? ¿No hacen esto mismo los gentiles? -"Sed, pues, vosotros perfectos, así como
vuestro Padre celestial es perfecto". (San Mateo, cap. V, v. 44, 46, 47 y 48.)
 E.S.E Cap XVII Item 3
El verdadero hombre de bien es el que practica la ley de justicia, de amor y de
caridad en su más grande pureza. Si pregunta a su conciencia sobre sus propios actos,
mira si ha violado esta ley; si no ha hecho daño, si ha hecho todo el bien "que ha
podido", si ha despreciado voluntariamente alguna ocasión de ser útil, si alguien tiene
quejas contra él; en fin, si ha hecho a otro lo que hubiera querido que hicieran por él.
Tiene fe en Dios, en su voluntad, en su justicia y en su sabiduría; sabe que nada
sucede sin su permiso, y se somete en todas las cosas a su voluntad.Tiene fe en el porvenir; por esto coloca los bienes espirituales sobre los
temporales.
Sabe que todas las vicisitudes de la vida, todos los dolores, todos los
desengaños, son pruebas o expiaciones y las acepta sin murmurar.
El hombre penetrado del sentimiento de caridad y de amor al prójimo hace bien
por hacer bien, sin esperanza de recompensa; devuelve bien por mal, toma la defensa del
débil contra el fuerte, y sacrifica siempre su interés a la justicia.
Encuentra su satisfacción en los beneficios que hace, en los servicios que presta,
en las felicidades que reparte, en las lágrimas que enjuga y en los consuelos que da a los
afligidos. Su primer impulso es pensar en los otros antes que pensar en sí, buscar el
interés de los otros antes que el suyo propio. El egoísta, al contrario, calcula los
provechos y las pérdidas de toda acción generosa.
Es bueno, humano y benévolo para con todo el mundo, sin excepción "de razas
ni de creencias", porque mira a todos los hombres como hermanos.
Respeta en los demás todas las convicciones sinceras, y no anatematiza a los que
no piensan como él.
En todas las circunstancias la caridad es su guía; dice que el que causa perjuicio
a otro con palabras malévolas, que hiere la susceptibilidad de otro por su orgullo y
desdén, que no retrocede ante la idea de causar una pena, una contrariedad, aun cuando
sea ligera, pudiendo evitarlo, falta al deber de amor al prójimo y no merece la clemencia
del Señor.
No tiene odio, ni rencor, ni deseo de venganza; a ejemplo de Jesús, perdona y
olvida las ofensas y sólo se acuerda de los beneficios; porque sabe que él será
perdonado, así como él mismo habrá perdonado.
Es indulgente para con las debididades de otro; porque sabe que él mismo
necesita de indulgencia y se acuerda de aquellas palabras de Cristo: "Que el que esté sin
pecado arroje la primera piedra".
No se complace en buscar los defectos de otro ni en ponerlos en evidencia. Si la
necesidad le obliga, busca siempre el bien que puede atenuar el mal.
Estudia sus propias imperfecciones y trabaja sin cesar para combatirlas. Todos
sus esfuerzos consisten en poder decir al día siguiente, que hay en él alguna cosa mejor
que en la víspera.
Nunca procura hacer valer su imaginación ni su talento a expensas de otro; por
el contrario, busca todas las ocasiones de hacer resaltar lo que es ventajoso para los
demás.
No está envanecido por su fórtuna, ni por sus ventajas personales, porque sabe
que todo lo que se le ha dado, puede perderlo.
Usa, pero no abusa de los bienes concedidos, porque sabe que es un depósito del
cual deberá dar cuenta y que el empleo más perjudicial que pudiese hacer de ellos para sí
mismo, es hacerlos servir para satisfacción de sus pasiones.
Si el orden social ha colocado a los hombres bajo su dependencia, les trata con
bondad y benevolencia, porque son sus iguales delante de Dios; usa de su autoridad para
moralizarles y no para abrumarles por su orgullo, evitando lo que puede hacer más
penosa su posición subalterna.
El subordinado, por su parte, comprende los deberes de su posición y procura
cumplirlos religiosamente. (Cap. XVII, nº 9).
El hombre de bien, en fin, respeta en su semejante todos los derechos que dan las
leyes de la naturaleza como quisiera que se respetaran en él.
Esta no es la relación de todas las cualidades que distinguen al hombre de bien;
pero cualquiera que se esfuerce en poseerlas, está en camino de poseer las demás.

domingo, 24 de agosto de 2014

SIN CARIDAD NO HAY SALVACION

E.S.E CAP. XV

1. Y cuando viniere el hijo del hombre ea su majestad, y todos los ángeles con él, se sentará entonces sobre el trono de su majestad.-Y serán todas las gentes ayuntadas ante él, y apartará los unos de los otros, como el pastor aparta las
ovejas de los cabritos. - Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a la izquierda.

Entonces dirá el Rey a los que estarán a su derecha: Venid, benditos de mi

Padre, poseed el reino que os está preparado desde el establecimiento del mundo porque tuve hambre, y me disteis de comer: tuve sed, y me dísteis de beber: era huésped, y me hospedásteis. - Desnudo, y me cubrísteis: enfermo, y me visitásteis: estaba en la cárcel, y me vinísteis a ver.
Entonces le responderán los justos, y dirán: Señor ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer: o sediento y te dimos de beber? ¿Y cuándo te
vimos huésped y te hospedamos: o desnudo y te vestimos, o cuándo te vimos huésped o en la cárcel y te fuimos a ver? - Y respondiendo el Rey, les dirá: En verdad os digo, que en cuanto lo hicísteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos,
a mí lo hicísteis.
Entonces dirá también a los que estarán a la izquierda: Apartáos de mí, malditos al fuego eterno, que está aparejado para el diablo y para sus ángeles. Porque tuve hambre y no medísteis de comer, tuve sed y no me dísteis de beber. - Era huésped, y no me hospedásteis; desnudo y no me cubrísteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitásteis.

Entonces ellos también le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o huésped, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel y no te servimos? - Entonces les responderá diciendo: En verdad os digo: que en cuanto no lo hicísteis a uno de estos pequeñitos ni a mí lo hicísteis.
E irán éstos al suplicio eterno: y los justos a la vida eterna (San Mateo, cap. XXV, v. de 31 a 46).

7. San Pablo ha comprendido de tal modo esta gran verdad, que dice: "Si yo hablara lenguas de hombres y de ángeles y no tuviere caridad, soy como metal que suena o campana que retiñe. Y si tuviese profecia y supiese todos los misterios y cuanto se puede saber; y si tuviese toda la fe, de manera que traspasase los montes, y no tuviere caridad, nada soy. - Y ahora permanecen estas tres cosas, la fe, la esperanza y la caridad." Coloca de este modo sin equívoco, la caridad sobre la fe; es porque la caridad está al alcance de todo el mundo, del ignorante y del sabio, del rico y del pobre, y es independiente de toda creencia particular.

Hace más; define la verdadera caridad, la manifiesta; no sólo en la beneficencia, sino en el conjunto de todas las cualidades del corazón, en la bondad y en la benevoleñcia con respecto al prójimo.

BENEVOLENCIA

REFLEXION

Considerando a la benevolencia como un factor de equilibrio en las relaciones humanas, es importante confrontar nuestras actitudes equivocadas con las circunstancias desagradables que afligen al Espíritu en su andar por la Tierra.

Conozcamos la sinonimia de orden moral que encontramos en el diccionario sencillo de la Naturaleza:

Crítica destructiva — lava hirviente sonora.
Aspereza — camino enlodado.
Irritación — pantano intransitable.
Indiferencia — niebla helada.
Cólera — desastre a la vista.
Calumnia — estocada mortal.
Sarcasmo — pedrada calculada.
Injuria — espina infecciosa.
Queja reiterada — cicuta contumaz.
Conversación innecesaria — viento inútil.
Preconcepto — fruto agusanado.
Jactancia — polvareda fina.
Lisonja — veneno dulce.
Adulación — celada dispuesta.
Rudeza — exterioridad espinosa.
Pornografía — lodazal cenagoso.
Despecho — serpiente oculta.
Quisquillosidad — gusano que corroe.
Envidia — larvas en cantidad.
Pesimismo — lluvia de hiel.

Espiritualmente revelamos lo que somos.

Cada persona recibe aquello que distribuye.

Si esperamos la indulgencia de los demás para con las manifestaciones nuestras que consideramos indeseables, tratemos resueltamente de combatirlas cultivando la benevolencia en el trato con nuestro prójimo, para que la benevolencia sea nuestro auxilio permanente aplicándola con los demás.

viernes, 22 de agosto de 2014

SANTIDAD DE SUPERFICIE

Muchos compañeros de convicción espirita acostumbran afirmar que:
Están animados por una fe ardiente, pero también los inquisidores del pasado que
encendían hogueras por la imposición del "cree o muere" la poseían;
Tienen una ilimitada cautela para no caer en el error, pero todos los religiosos
que se aíslan de las luchas humanas alegan prevención contra el pecado para huir de
sus obligaciones sociales.

Adoptan una tolerancia invariable y total con todo, de modo de no quedar mal con
nadie, pero esta actitud, de auténtico comodismo, no parece tener, conforme al testimonio
de la historia, un representante perfecto en la persona del gobernador Pilato, quien en
los comienzos del Cristianismo se rehusó a examinar la grandeza de Jesús con el fin de
no tener ni sufrir problemas;
Actúan libremente inspirados por buenas intenciones, por lo cual no concuerdan
con disciplinas o métodos en el ejercicio de la caridad, pero todos los que dificultan la
vida de los demás dicen llorando en el momento de suceder las desgracias que se
hallaban impulsados por los más puros deseos;
Obedecen solamente a los dictados de su corazón, pero también los presidiarios,
respondiendo a la pregunta sobre el motivo de la falta que los hizo caer, aseveran, de un
modo general, que actuaron bajo la influencia de sus sentimientos exasperados;
Consideran a la inteligencia, exclusivamente, como la facultad digna de desarrollar,
pero el intelecto, hipertrofiado por el orgullo, hace que la humanidad adolezca de cerebros
muy cultos dedicados a promocionar las guerras;
Los compañeros de las lides espiritas, no obstante, saben, por los libros de Allan
Kardec, que el espiritista está llamado a usar confianza y celo, indulgencia y bondad,
pensamiento y emoción, aliando prudencia y fe raciocinada con base en la reforma moral,
mediante el servicio constante a nuestro prójimo.
Por este motivo, efectuando nuestra propia liberación y contribuyendo a la
liberación de nuestros semejantes de las cadenas mentales forjadas en la Tierra en
nombre de una santidad de superficie, el espirita verdadero es reconocido por su
dedicación al bien de todos sus hermanos y por el valor con que expone el testimonio
de su transformación moral.
ANDRÉ LUIZ

LOS QUE DICEN¡ SEÑOR SEÑOR!

6. No todo el que me dice: ¡Señor! ¡Señor! entrará en el reino de los cielos;
si no el que hace la voluntad de mi padre, que está en los cielos, ese entrará en el
reino de los cielos. -Muchos me dirán en aquel día: ¡Señor! ¡Señor! ¿pues no profetizamos
en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre
hicimos muchos milagros? - Y entonces yo les dire claramente: Nunca os conocí:
Apartáos de mí los que obráis la iniquidad. (San Mateo, cap. VII, v. 21, 22 y 23).
7. Pues todo aquel que oye estas mis palabras y las cumple, comparado será
a un barón sabio, que edificó su casa sobre la peña. Que descendió lluvia, y
vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron impetuosamente en aquella casa, y no
cayó: Porque estaba cimentada sobre peña. - Y todo el que oye es tas mis palabras
y no las cumple, semejante será a un hombre loco, que edificó su casa sobre arena.
- Que descendió lluvía, vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron impetuosamente
sobre aquella casa, y cayó y fué su ruina grande. (San Mateo, cap. VII, v. de 24 a
27. San Lucas, cap. VI, v. de 46 a 49).
8. Por lo cual, quien quebrantare uno de estos mandamientos muy
pequeños, y enseñare así a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de
los cielos. Mas quien hiciere y enseñare, éste será llamado grande en el reino de los
cielos. (San Mateo, cap. V, v. 19).
 

E.S.E . Cap XVIII Item 9
9. Todos los que confiesan la misión de Jesús, dicen: ¡Señor! ¡Señor! ¿Pero de
qué sirve llamarle Maestro o Señor, si no se siguen sus preceptos? ¿Son acaso,
cristianos los que le honran por actos exteriores de devoción, y veneran al propio tiempo
al orgullo, al egoísmo, a la ambición y a todas sus pasiones? ¿Son, acaso, sus discípulos
aquellos que pasan días rogando, y, sin embargo, no son ni mejores, ni más caritativos,
ni más indulgentes para sus semejantes? No, porque, como los fariseos, tienen la oración
en los labios y no en el corazón. Con la forma pueden imponer a los hombres, pero no a
Dios. En vano dirán a Jesús: "Señor, hemos profetizado, es decir, enseñado en vuestro
nombre, - hemos comido y bebido con vos"; él responderá: "No sé quiénes sois;
apartaos de mí losque obráis la iniquidad, vosotros que desmentís vuestras palabras con vuestras acciones,que calumniáis a vuestro prójimo, que despojáis a las viudas y cometéis adulterio; apartaos de mí, vosotros cuyo corazón destila la ira y la hiel, vosotros que derramáis la sangre de vuestros hermanos en mi nombre, que hacéis correr las lágrimas en vez de
enjugarlas. Para vosotros habrá lágrimas y crujir de dientes, porque el reino de Dios es
para aquellos que son dulces, humildes y caritativos. No esperéis doblar la justicia del
Señor con la multiplicidad de vuestras palabras y de vuestras genuflexiones; el sólo
camino que tenéis abierto para encontrar gracia ante El es la práctica sincera de la ley de
amor y de caridad".
Las palabras de Jesús son eternas, porque son la verdad. No sólo son la
salvaguardia de la vida celeste, si que también la prenda de la paz, de la tranquilidad y de
la estabilidad en las cosas de la vida terrestre; por esto todas las instituciones humanas,
políticas, sociales, religiosas, que se apoyen en esas palabras, serán estables como la
casa que se construye sobre la peña; los hombres las conservarán porque encontrarán en
ellas su felicidad; pero aquellas que fueren su violación, serán como la casa construída
en la arena; el viento de las revoluciones y el torrente del progreso las arrastrarán.

jueves, 21 de agosto de 2014

RECORRIENDO EL EVANGELIO I




Es muy fácil acomodar, justificar y excusar nuestras acciones yendo por la vida sin aplicar el bien a la manera de Jesús; como veletas en el mundo de acuerdo a como nos vaya tratando la vida. Pero que poco nos detenemos en agradecer por lo que tenemos y hacer el bien espontáneamente desde el corazón. Recorrer con el evangelio las enseñanzas de Jesús y recorrer los esclarecimientos del Consolador Prometido valioso legado que nos acompaña.  Es por eso que hoy nos permitimos recorrer  por una parte de esta enseñanza importante y esclarecer lo que significa hacer bien sin ostentación y por otra el bien como acción virtuosa en nuestra vida y su objetivo en el camino del auto encuentro para luchar incansablemente al llamado de Jesús “ Sed perfectos, como perfecto es vuestro Padre Celestial.”

E.S.E Cap. XVII item 1-3
Hacer bien sin ostentación
1. Mirad que no hagáis vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos: de otra manera, no tendréis galardón de vuestro Padre, que está en los cielos. - Y así, cuando haces limosna, no hagas tocar la trompeta delante de ti, como los hipócritas hacen en las sinagogas, y en las calles para ser honrados de los hombres. En verdad os digo, recibieron su galardón. - "Mas tú cuando haces limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha"; - para que tu limosna sea en oculto, y tu Padre, que ve en lo oculto; te premiará. (San Mateo, cap. VI, v. de 1 a 4.)
2. Y como descendió del monte, le siguieron muchas gentes. - Y vino un leproso, y le adoraba diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. – Y extendiendo Jesús la mano, le tocó diciendo: Quiero. Sé limpio. Y luego su lepra fué limpiada. - Y le dijo Jesús: "Mira que no lo digas a nadie; mas ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece la ofrenda que mandó Moisés, en testimonio a ellos". (San Mateo, cap. VIII, v. 1 a 4.)
3. Hacer bien sin ostentación es un gran mérito; ocultar la mano que da es aún
Más meritorio; es señal incontestable de una gran superioridad moral, porque
Es menester ver las cosas de más alto que lo que se ven vulgarmente, es preciso hacer abstracción de la vida presente e identificarse con la vida futura; en una palabra, es menester colocarse sobre la Humanidad para renunciar a la satisfacción que procura el
testimonio de los hombres y esperar la aprobación de Dios. El que aprecia más el
sufragio de los hombres que el de Dios, prueba que tiene más fe en los hombres que en
Dios, y que la vida presente es más apreciable para él que la vida futura; o lo que es lo
mismo, que no cree en la vida futura; si dice lo contrario, obra como si no creyese en lo
Que dice.
¡Cuántos hay que sólo se obligan con la esperanza de que el obligado publicará
por todas partes el bien que se le ha hecho; que a la luz del día darán una gran cantidad y
en la obscuridad no darán ni un ochavo! Por esto dijo Jesús: "Los que hacen bien con
ostentación han recibido ya la recompensa"; en efecto, el que busca su glorificación en la
tierra por el bien que ha hecho, él mismo se ha pagado; Dios ya no le debe nada; sólo le falta recibir el castigo de su orgullo.
"Que la mano izquierda no sepa lo que da la derecha", es una figura que caracteriza admirablemente la beneficencia modesta; pero si hay modestia real, hay también modestia aparente, el simulacro de la modestia: hay personas que ocultan la mano que da, teniendo cuidado de hacer que se vea un poco, mirando si alguno les ve ocultarla. ¡Indigna parodia de las máximas de Cristo! Si los bienhechores orgullosos son despreciados entre los hombres, ¡qué no será ante Dios! Estos también han recibido su recompensa en la Tierra. Se les ha visto; están satisfechos de haber sido vistos; esto es todo lo que tendrán.
¿Cuál será, pues, la recompensa de aquel que hace pagar caros sus beneficios a la persona obligada, que le impone de cierto modo muestras de reconocimiento y que le hace sentir su posición encomiando el precio de los sacrificios que se impone por él?
¡Oh! para éste, ni siquiera hay la recompensa terrestre, porque está privado de la dulce satisfacción de oir bendecir su nombre, y este es el primer castigo de su orgullo. Las lágrimas que enjugan en provecho de su vanidad, en vez de subir al Cielo, vuelven a caer sobre el corazón del afligido, y lo ulceran. El bien que hace es sin provecho para él, puesto que lo echa en cara; porque todo beneficio reprochado, es una moneda falsa y sin valor.
El beneficio sin ostentacíón tiene doble mérito, porque además de ser unacaridad material, es una caridad moral; modera la susceptibilidad del obligado; le hace aceptar el bien sin que sufra su amor propio y salvando su dignidad de hombre, porque habrá quien acepte un servicio y no reciba una limosna; así, pues, convertir el servicio en limosna por el modo como se hace, es humillar a aquel que lo recibe, y hay siempre orgullo y maldad cuando se humílla cualquiera La verdadera caridad, por el contrarío, es delicada e ingeniosa para disimular el beneficio, a fin de evitar hasta las menores apariencias que hieren porque todo agravio moral aumenta el sufrimiento que nace de la necesidad; sabe encontrar palabras dulces y afables que ponen al obligado en buena condición en presencia de su bienhechor; mientras que la caridad orgullosa, le confunde:
Lo suprime de la verdadera generosidad, es cuando el bienhechor cambiando de papel
encuentra el medio de parecer él mismo obligado en presencia de aquel a quien hace el
servicio. Esto es lo que quieren decir estas palabras. No sepa tu izquierda lo que hace tu
derecha.
Recorriendo el Bien:
CAP XXVII Item 21"El hombre, de este modo, es constantemente árbitro de su propia suerte; puede abreviar su suplicio o prolongarlo indefinidamente; su felicidad o su desgracia dependen de su voluntad en hacer bien".
Cap XIII Item 1 -3.Que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha”. "Mas tú cuando haces limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha"; - para que tu limosna seaen oculto, y tu Padre, que ve en lo oculto; te premiará. (San Mateo, cap. VI, v. de 1 a 4.)
E.S.E Cap  XVII  Item 3
El hombre penetrado del sentimiento de caridad y de amor al prójimo hace bien
por hacer bien, sin esperanza de recompensa; devuelve bien por mal, toma la defensa del débil contra el fuerte, y sacrifica siempre su interés a la justicia.