domingo, 28 de diciembre de 2014

RESUMEN DE LA LEY DE LOS FENOMENOS ESPIRITAS



Esta instrucción ha sido hecha, sobre todo, para las personas que no poseen ninguna noción de Espiritismo y a quienes se les quiere dar una idea sucinta de él en pocas palabras.
En los grupos o reuniones espíritas donde se encuentren asistentes novatos, puede servir útilmente de preámbulo de las sesiones, según las necesidades.
Las personas extrañas al Espiritismo, al no comprender ni el objetivo ni los medios, se hacen de él casi siempre una idea completamente falsa. Lo que les falta, sobre todo, es el conocimiento del principio, la clave primera de los fenómenos; debido a la falta de eso, lo que ven y lo que oyen resulta sin provecho y hasta sin interés para ellas. Es un hecho propiciado por la experiencia el de que únicamente la visión o el relato de los fenómenos no basta para convencer. La persona que es, ella misma, testigo de hechos capaces de asombrarla queda más atónita que convencida; cuanto más el efecto le parece extraordinario, más ella sospecha. Un previo estudio serio es el único medio de conducir a las personas a la convicción; frecuentemente, basta ese estudio para cambiar completamente el curso de las ideas. En todos los casos, es indispensable para el entendimiento de los fenómenos más simples. A falta de una instrucción completa, que no puede ser dada en algunas palabras, un resumen sucinto de la ley que rige las manifestaciones bastará para que el tema sea examinado bajo su verdadero punto de vista por las personas que todavía no están iniciadas. Es éste el primer hito que damos en la pequeña instrucción a continuación. Sin embargo, una observación previa es necesaria.
La propensión de los incrédulos en general es sospechar de la buena fe de los médiums y suponer el empleo de medios fraudulentos. Además del hecho de que esa suposición es injuriosa con respecto a ciertas personas, hay que preguntarse, ante todo, qué interés podrían tener ellas en engañar y en representar o hacer representar una comedia. La mejor garantía de sinceridad está en el desinterés absoluto, pues donde nada hay que ganar, la charlatanería no tiene razón de ser.
En cuanto a la realidad de los fenómenos, cada uno puede constatarla si se pone en las condiciones favorables y emplea en la observación de los hechos la paciencia, la perseverancia y la imparcialidad necesarias.
1. El Espiritismo es a la vez una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como ciencia práctica, consiste
en las relaciones que se pueden establecer con los Espíritus; como filosofía, comprende todas las consecuencias morales que derivan de esas relaciones.
2. Los Espíritus no son, como uno se imagina frecuentemente, seres aparte en la creación; son las almas de aquellos que vivieron en la Tierra o en otros mundos. Las almas o Espíritus son, pues, una única y misma cosa; de donde se deduce que quienquiera que crea en la existencia del alma cree, por eso mismo, en la de los Espíritus.
3. En general, se hace una idea muy falsa del estado de los Espíritus; no son, como algunos lo creen, seres vagos e indefinidos, ni llamas como los fuegos fatuos, ni fantasmas como en los cuentos de aparecidos. Son seres semejantes a nosotros, que tienen un cuerpo como el nuestro, pero fluídico e invisible en el estado normal cosas que nuestros sentidos limitados no nos permiten ver ni oír. Para ellos, no hay oscuridad, excepto para aquellos cuyo castigo es estar temporalmente en las tinieblas. Todos nuestros pensamientos repercuten sobre ellos y los leen como en un libro abierto; de manera que aquello que podíamos ocultar a quienquiera cuando estaba vivo, ya no lo podemos hacer desde que es Espíritu.
4. Cuando el alma está unida al cuerpo durante la vida, tiene un doble envoltorio: uno pesado, grosero y destructible, que es el cuerpo; el otro fluídico, liviano e indestructible, llamado periespíritu. El periespíritu es el lazo que une el alma y el cuerpo; es por su intermedio que el alma hace que el cuerpo actúe y es por su intermedio también que ella percibe las sensaciones experimentadas por el cuerpo.
5. La muerte es solamente la destrucción del envoltorio grosero; el alma abandona ese envoltorio, como deja una ropa gastada, o como la mariposa deja su crisálida; pero conserva su cuerpo fluídico o periespíritu. La unión del alma, del peri espíritu  y del cuerpo material constituye al hombre; el alma y el peri espíritu separados del cuerpo constituyen al ser llamado Espíritu.
6. La muerte del cuerpo libera al Espíritu del envoltorio que lo unía a la Tierra y lo hacía sufrir; una vez liberado de esa carga, no tiene nada más que su cuerpo etéreo, que le permite recorrer el espacio y atravesar las distancias con la rapidez del pensamiento.
7. El fluido que compone el periespíritu penetra en todos los cuerpos y los atraviesa como la luz atraviesa los cuerpos transparentes; ninguna materia le ofrece obstáculo. Es por eso que los Espíritus penetran en todos los lugares, en los sitios más herméticamente cerrados; es una idea ridícula creer que ellos se introducen por una pequeña abertura, como el agujero de una cerradura o el cañón de la chimenea.
8. Los Espíritus pueblan el espacio; constituyen el mundo invisible que nos rodea, en medio del cual vivimos y con el cual estamos en contacto incesantemente.
9. Los Espíritus tienen todas las percepciones que tenían en la Tierra, pero en un grado más elevado, porque sus facultades no están amortiguadas por la materia; tienen sensaciones que nos son desconocidas; ven y oyen cosas que nuestros sentidos limitados no nos permiten ver ni oír. Para ellos, no hay oscuridad, excepto para aquellos cuyo castigo es estar temporalmente en las tinieblas. Todos nuestros pensamientos repercuten sobre ellos y los leen como en un libro abierto; de manera que aquello que podíamos ocultar a quienquiera cuando estaba vivo, ya no lo podemos hacer desde que es Espíritu.
10. Los Espíritus conservan los afectos sinceros que tenían en la Tierra; les gusta regresar hacia aquellos a quienes han amado, sobre todo cuando son atraídos por el pensamiento y los sentimientos afectuosos que se les dirige, mientras que son indiferentes con aquellos que sólo tienen indiferencia
hacia ellos.
Fragmento de El  Periódico de Estudios Psicológicos, abril de 1864

Continuara.

Nota del Administrador: Estas son algunas nociones para principiantes. Lo correcto es iniciar en los estudios serios de la Doctrina Espirita para ampliar conocimientos. Siendo lo mas importante llevar los conocimientos al fuero íntimo y aplicarlos a la luz del Evangelio que es lo que contribuirá a la transformación moral del hombre, lo que se conoce como la Reforma Íntima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario