domingo, 14 de diciembre de 2014

EL SUICIDIO ES UNA FUGA


Para el esclarecimiento de los hermanos en conflicto, pero especialmente para aquellos que necesitan saberlo para no cometer este error...
¡Hermano no lo hagas! No huyas.  No estás solo, y nunca lo estas aunque así lo creas... 
Para la gente que de esta comunidad queremos ofrecerle compañía, si quieren hablar con alguien sobre algo allí estamos, con toda confianza y especial  amor por el bien de todos.

Aprendamos ahora:
1-¿Por qué las personas se suicidan?
Normalmente es un acto de fuga. El individuo quiere huir de determinada situación que lo atormenta, la muerte de un ser querido, el desastre financiero, la desilusión amorosa, la dolencia grave, como ya fue comentado. Dominado por la angustia, se dirige hacia la desesperación y pasa a ver en la muerte la solución para su problema, un viaje a la nada.

2-Aunque acobardado ante los desafíos de la existencia, ¿no está el suicida ejercitando el coraje de enfrentar lo desconocido?
La tragedia del suicidio está en el hecho de que, con raras excepciones, las personas no desconocen que habrá consecuencias funestas. Aun así, hay tanta urgencia en huir de lo que les atormenta que acaban por cometer el acto insano.
3-¿Por qué ocurre esto?
Las religiones tradicionales conciben que la vida continua. Enfatizan que responderemos en el Mundo Espiritual por lo que hicimos de nuestra vida; destacan la existencia regiones infernales o celestiales para donde irán las almas, de acuerdo con su comportamiento; conciben que el suicidio sea un pecado mortal, según sus dogmas, de imponen tormentos para toda la eternidad. Sin embargo, no ofrecen una visión más objetiva del Más Allá. Todavía permanecen en los dominios de la especulación, rozando la fantasía.
4-¿No son convincentes?
Lo pueden ser para personas que aceptan los dogmas de su fe sin cuestionamientos, sin el cribo de la razón. Éstos pueden contener sus impulsos de autodestrucción, por miedo de castigos infernales. Pero no ocurre con la mayoría de los fieles, que navegan en la superficialidad de la creencia, sin una convicción sólida de inmortalidad.
5-¿Y cuál es la solución para convencer a los candidatos a la fuga de que, definitivamente, no es la mejor opción?
Un joven, estimulado por compañeros, fumó marihuana. Al saberlo, el padre lo llevó a visitar un hospital para drogadictos, donde él observó, espantado, el cuadro dantesco de sufrimiento y desajuste de los viciados. Tomando conocimiento de lo que le esperaba, nunca más se mezcló con drogas. El Espiritismo, literalmente, nos lleva más allá, mostrando las consecuencias funestas del suicidio.
6-¿Es posible entrar en contacto con quien se suicidó?
Ocurre en reuniones mediúmnicas. Manifestándose por intermedio de médiums preparados para ese tipo de contacto, los suicidas relatan sus tormentos. He conversado, en innumerables oportunidades, con esos infelices. Revelan, unánimemente, que ningún sufrimiento de la Tierra se compara al suyo.
7-¿Cuál es el resultado de ese contacto?
El candidato al suicidio percibe que no es una buena opción. Solamente alguien que perdiese el uso de sus facultades mentales continuaría alimentando la idea de matarse, al tener conocimiento de que, literalmente, es saltar de la sartén al fuego.
8-¿Y cuando alguien, en virtud de una situación que le parece insoportable, intenta matarse, incluso conociendo las informaciones ofrecidas por el Espiritismo?
Quien estudia la Doctrina Espírita y cultiva la reflexión sobre sus principios, difícilmente ejercitará tal desatino. Tiene conciencia de que las atribulaciones existenciales si presentan como oportunidad de rescate de sus débitos kármicos para un reajuste ante las leyes divinas, con vistas a un futuro de bendiciones.

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