jueves, 11 de diciembre de 2014

CUALIDADES DE LA ORACION

 Y cuando oréis, no seréis como los hipócritas, que aman el orar en pie en
las sinagogas y en las esquinas de las plazas para ser vistos de los hombres: en
verdad os digo recibieron su galardón. - Mas tú, cuando orares, entra en tu
aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre en secreto, y tu Padre que ve en lo
secreto, te recompensará. - Y cuando oráreis, no habléis mucho como los gentiles,
pues piensan que por mucho hablar serán oídos. - Pues no queráis asemejaros a
ellos porque vuestro Padre sabe lo que habéis menester, antes que se lo pidais.
(San Mateo, cap. VI, v. de 5 a 8).
Cap XXVII Item 4
Jesús definió las cualidades de la oración claramente, diciendo: Cuando
roguéis, no os pongáis en evidencia; rogad en secreto y no afectéis rogar mucho porque
no será por la multitud de las palabras que seréis oídos, sino por la sinceridad con que
sean dichas; antes de orar, si tenéis alguna cosa contra alguien, perdonádsela, porque la
oración no podría ser agradable a Dios si no sale de un corazón purificado de todo
sentimiento contrario a la caridad; en fin, rogad con humildad, como el publicano, y no
con orgullo, como el fariseo: examinad vuestros defectos y no vuestras cualidades, y si
os comparáis con otros, buscad lo que hay de malo en vosotros. (Cap. X, números 7 y
8.)
REFLEXION en actitud meditativa aprendamos ahora que....
La verdadera adoración está en el corazón. En todas vuestras acciones, pensad siempre que un Maestro os observa”.] Se condena la vida contemplativa, por ser inútil, así como la monástica, puesto que Dios no quiere el cultivo egoísta del sentimiento religioso, sino la práctica de la caridad, la experiencia viva y constante del amor por medio de las relaciones humanas.
El Libro de los Espíritus no deja a un lado la cuestión del culto religioso. El hombre, que hacia Dios gravita, es un Ser religioso por naturaleza, que necesita manifestar su religiosidad. Y tal manifestación se opera en las formas naturales de adoración, entre las que se cuenta la plegaria. Por medio de la oración el hombre piensa en Dios, se acerca a Él, con Él se comunica. Tal lo que hallamos a partir del parágrafo 658. Mediante las preces el ser humano puede acelerar su evolución, elevarse más pronto sobre sí mismo. Pero tampoco el rezar puede ser tan sólo un acto formal. Con la oración es posible hacer tres cosas: alabar, pedir y dar gracias a Dios; pero siempre que lo hagamos con el corazón y no únicamente con los labios.
J.Herculano Pires.

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