jueves, 7 de agosto de 2014

EFICACIA DE LA ORACION

Pedid y se os dará.
5. Por tanto os digo, que todas las cosas que pidiéreis orando, creed que las recibiréis y os vendrán. (San Marcos, capítulo XI, v. 24).
E.S.E. CAP XXVII ITEM 6
6. Hay gentes que niegan la eficacia de la oración fundándose en el princípio deque, conociendo Dios nuestras necesidades, es superfluo exponérselas. Aun añaden, queencadenándose todo el universo por leyes eternas, nuestros votos no pueden cambiar losdecretos de Dios.
Sin ninguna duda hay leyes naturales e inmutables que Dios no puede anular acapricho de cada uno; pero de esto a creer que todas las circunstancias de la vida estánsometidas a la fatalidad, es grande la distancia. Si así fuese, el hombre sólo sería uninstrumento pasivo, sin libre albedrío y sin iniciativa. En esthipótesis no habria más que doblar la cabeza al golpe de los acontecimientos, sinevitarlos, y por lo tanto, no se hubiera procurado desviar el rayo. No ha dado Dios alhombre el juicio y la inteligencia para no servirse de ellos, ni la voluntad para no querer,ni la actividad para estar en la inacción. Siendo libre el hombre para obrar en un sentidoo en otro, sus actos tienen para sí y para los otros consecuencias subordinadas a lo quehace o deja de hacer; hay acontecimientos que por su iniciativa   escapan forzosamente ala fatalidad sin que por esto se destruyan la armonia de las leyes universales, como si seadelanta o retrasa la saeta de un reloj, tampoco se destruye la ley del movimiento sobrela cual está establecido el mecanismo. Dios puede acceder a cieflas súplicas sin derogarla inmutabilidad de las leyes que rigen el conjunto, quedando siempre su acciónsubordinada a su voluntad.

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