Y cuando llegó donde estaba la gente, vino a El un hombre, e hincadas
las rodillas delante de El, le dijo: Señor, apiádate de mi hijo, que es lunático y
padece mucho: pues muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. - Y lo he
presentado a tus discípulos y no le han podido sanar. - Y respondiendo Jesús, dijo:
¡Oh generación incrédula y depravada! ¿hasta cuando estaré con vosotros?
¿Hasta cuándo os sufriré? Traédmelo acá. - Y Jesús lo increpó, y salió de él el
demonio, y desde aquella hora fué sano el mozo. - Entonces se llegaron a Jesús los
discípulos aparte y le dijeron: ¿Por qué nosotros no le pudimos lanzar? - Jesús les
dijo: Por vuestra poca fe. Porque en verdad os digo, que si tuviéreis fe cuanto un
grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá y se pasará; y nada os
será imposible. (San Mateo, cap. XVII, v. de 14 a 19.)
E.S.E. Capitulo XIX Item 6
Desde el punto de vista religioso, la fe es la creencia en los dogmas
particulares que constituyen las diferentes religiones; todas las religiones tíenen sus
artículos de fe. Bajo este aspecto, la fe puede ser "razonada y ciega". La fe ciega, no
examinando nada, acepta sin comprobación lo mismo lo falso que lo verdadero, y choca
a cada paso contra la evidencia y la razón; empujada hasta el exceso, produce el
"fanatismo". Cuando la fe se apoya en el error, se pierde tarde o temprano; la que tiene
por base la verdad, está asegurada para el porvenir, porque nada tiene que temer del
progreso de las luces, toda vez que "lo que es verdad en la obscuridad, lo es también en
pleno día". Todas las religiones pretenden estar en la exclusiva posesión de la verdad;
"preconizar la fe ciega sobre un punto de creencia, es confesar su impotencia en demostrar
que se tiene razón".
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