Y se llegaron a él los fariseos tentándole, y diciendo: ¿Es lícito a un
hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? - El respondió y les dijo: ¿No habéis leído, que el que hizo al hombre desde el principio, macho y hembra los hizo? y dijo: - Por esto dejará el hombre padre y madre, y se ayuntará a su mujer, y serán dos de una carne. - Así que ya no son dos, sino una carne. Por tanto lo que Dios juntó, el hombre no lo separe.
Dícenle: ¿Pues por qué mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?
- Les dijo: porque Moisés, por la dureza de vuestros corazones os permitió repudiar a vuestras mujeres: mas al principio no fué así. - Y os digo que todo aquel que repudiase a su mujer, sino por la fornicación, y tomare otra, comete adulterio; y el que se casare con la que otro repudió, comete adulterio. (San Mateo, cap. XIX, v. de 3 a 9).
hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? - El respondió y les dijo: ¿No habéis leído, que el que hizo al hombre desde el principio, macho y hembra los hizo? y dijo: - Por esto dejará el hombre padre y madre, y se ayuntará a su mujer, y serán dos de una carne. - Así que ya no son dos, sino una carne. Por tanto lo que Dios juntó, el hombre no lo separe.
Dícenle: ¿Pues por qué mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?
- Les dijo: porque Moisés, por la dureza de vuestros corazones os permitió repudiar a vuestras mujeres: mas al principio no fué así. - Y os digo que todo aquel que repudiase a su mujer, sino por la fornicación, y tomare otra, comete adulterio; y el que se casare con la que otro repudió, comete adulterio. (San Mateo, cap. XIX, v. de 3 a 9).
EL DIVORCIO. E.S. E. Item 5
El divorcio es una ley humana que tiene por objeto separar legalmente a los que estaban separados de hecho; no es contraria a la ley de Dios, puesto que sólo reforma lo que los hombres han hecho, y puesto que sólo es aplicable en los casos en que no se ha tomado en cuenta la ley divina; si fuese contraria a esta ley, la misma Iglesia se vería obligada a mirar como a prevaricadores a aquellos que sus jefes que de su propia autoridad y en nombre de la religión, en más de una circunstancia han impuesto el divorcio; doble prevaricación entonces, puesto que era con la mira sólo de intereses temporales y no para satisfacer la ley de amor.
Por el mismo Jesús no consagra la indisolubilidad absoluta del matrimonio. ¿No dijo que: "A causa de la dureza de vuestro corazón, Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres"? Lo que significa que desde el tiempo de Moisés, no siendo el afecto mutuo el único objeto del matrimonio, la separación podría ser necesaria. Pero añadió:
"esto no ha sucedido desde el principio"; es decir, que en el origen de la humanidad, cuando los hombres aun no estaban pervertidos por el egoísmo y el orgullo y vivían según la ley de Dios, las uniones fundadas en la simpatía y no en la vanidad y la ambición, no darían lugar a repudiación.
Aun va más lejos: especifica el caso en que el repudio pueda tener lugar, que es el adulterio; pero el adulterio no existe en donde reina un afecto recíproco y sincero. Es verdad que prohibe a todo hombre el casarse con la mujer repudiada; pero es preciso tomar en cuenta las costumbres y el carácter de los hombres de su tiempo. La ley Mosaica, en este caso, prescribía la lapidación; queriendo abolir un uso bárbaro y como era preciso un castigo, lo encontró en la vergñenza que debía imprimir la interdicción de un segundo matrimonio. De algún modo era una ley civil substituída a otra ley civil, pero que, como todas las leyes de esta naturaleza, debía sufrir la prueba del tiempo.
VISION ESPIRITA.
Para Emmanuel, el divorcio debe ser meditado como medida de última instancia. He ahí lo que él escribió:
“Levantaste el hogar por amor y tan sólo por el amor conseguirás conservarlo.”
“Innegablemente no se te niega el derecho de errar realizaciones o dilatar el plazo destinado al rescate de ciertos débitos, una vez que nadie puede aceptar la criminalidad en nombre del amor.”
“Entre tanto, en los días difíciles del hogar recuerda que el divorcio es justo, pero en la condición de medida articulada en última instancia.” (Emmanuel, en “En la Era del Espíritu”, cap. 11.)
José Herculano Pires trajo también su contribución sobre el asunto:
“Quien ama sabe tolerar y perdonar. Las dificultades serán superadas día a día por el cultivo del amor.”
“El cultivo del amor es como el cultivo del arte. Y quien rompiera un casamiento de amor, por simple intolerancia, no encontrará más remedio para su soledad.” (J. Herculano Pires, en “En la Era del Espíritu”, cap. 11.)
André Luiz nos presentó, acerca del tema, una visión innovadora, equiparando el divorcio a una realización errónea, como podemos ver en el texto siguiente:
“Divorcio, edificación aplazada, resto a pagar en la balanza del espíritu deudor. Es generalmente porque uno de los cónyuges, socio en la firma del casamiento, vino a olvidar que los derechos en la institución doméstica suman deberes iguales".
“Auxiliemos, en la Tierra, la comprensión del casamiento como siendo una unión de realizaciones y concesiones mutuas, cuya falta es preciso evitar.” (André Luiz, en “Sol en las Almas”, cap. 10.)
“Divorcio, edificación aplazada, resto a pagar en la balanza del espíritu deudor. Es generalmente porque uno de los cónyuges, socio en la firma del casamiento, vino a olvidar que los derechos en la institución doméstica suman deberes iguales".
“Auxiliemos, en la Tierra, la comprensión del casamiento como siendo una unión de realizaciones y concesiones mutuas, cuya falta es preciso evitar.” (André Luiz, en “Sol en las Almas”, cap. 10.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario