domingo, 17 de mayo de 2015

EN LA PRACTICA DEL AMOR

 Sin nuestro esfuerzo personal en el bien, la obra regeneradora será aplazada
indefinidamente, por lo que es indispensable nuestra ayuda fraternal, para que nuestros
hermanos, provisionalmente en el mal, se conviertan a los designios divinos, aprendiendo
a utilizar los poderes de la luz potencial que poseen. Solamente el amor sentido,
creído y vivido por nosotros, provocará el brote de los rayos de amor en nuestros
semejantes. Sin polarizar las energías del alma en la dirección divina, ajustando su
magnetismo al centro del Universo, todo programa de redención es un conjunto de
palabras, de escaso valor.

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