“Considera lo que te digo, porque el
Señor te dará entendimiento en todo.” _
Paulo (II TIMOTEO, 2:7.)
Señor te dará entendimiento en todo.” _
Paulo (II TIMOTEO, 2:7.)
Ante la exposición de la verdad, no te equivoques en la
meditación de las luces que recibes.
Quien mira al cielo, de relance, sin contemplarlo, no divisa las
estrellas; y quien oye una sinfonía, sin abrirle la cáustica del alma, no la
percibe en las notas divinas.
En balde escucharas la palabra inspirada de predicadores
ardientes, si no abres el corazón para que tu sentimiento busque la
claridad bendita de aquella.
Innumerables seguidores del Evangelio se quejan de la
incapacidad de retención de las enseñanzas de la Buena Nueva,
afirmándose ineptos al frente de las nuevas revelaciones, y esto es
porque no dispensan mayor atención a la lección odia, demorándose
largo tiempo en la provincia de la distracción y de la liviandad.
Cuando el cuarto permanece sombrío, somos nosotros quien
abrimos el cerrojo de la ventana para que el sol nos visite.
Dediquemos algún esfuerzo a la gracia de la lección y la lección
nos responderá con sus gracias.
El apóstol de los gentiles es claro en la observación.
“Considerar significa examinar, atender, reflejar y apreciar.
Estemos, pues, convencidos de que, prestando atención a las
enseñanzas del Código de la Vida Eterna, el Señor, en retribución para
nuestra buena voluntad, nos dará entendimientos en todo.
meditación de las luces que recibes.
Quien mira al cielo, de relance, sin contemplarlo, no divisa las
estrellas; y quien oye una sinfonía, sin abrirle la cáustica del alma, no la
percibe en las notas divinas.
En balde escucharas la palabra inspirada de predicadores
ardientes, si no abres el corazón para que tu sentimiento busque la
claridad bendita de aquella.
Innumerables seguidores del Evangelio se quejan de la
incapacidad de retención de las enseñanzas de la Buena Nueva,
afirmándose ineptos al frente de las nuevas revelaciones, y esto es
porque no dispensan mayor atención a la lección odia, demorándose
largo tiempo en la provincia de la distracción y de la liviandad.
Cuando el cuarto permanece sombrío, somos nosotros quien
abrimos el cerrojo de la ventana para que el sol nos visite.
Dediquemos algún esfuerzo a la gracia de la lección y la lección
nos responderá con sus gracias.
El apóstol de los gentiles es claro en la observación.
“Considerar significa examinar, atender, reflejar y apreciar.
Estemos, pues, convencidos de que, prestando atención a las
enseñanzas del Código de la Vida Eterna, el Señor, en retribución para
nuestra buena voluntad, nos dará entendimientos en todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario