viernes, 26 de septiembre de 2014

EL CULTO CRISTIANO EN EL HOGAR

“ El Culto Cristiano en el Hogar, no es una innovación, es una necesidad, para que en todas partes el Cristianismo lance raíces de perfeccionamiento y sublimación. La Buena Nueva surgió del Pesebre para las plazas públicas y avanzó de la humilde casa de Simón Pedro para la glorificación en Pentecostés. La Palabra del Señor sonó, primero, sobre el techo humilde de Nazaret y, cierto, se hará oír de nuevo, por nuestro intermedio, en los círculos de nuestros familiares, con los cuales debemos atender las obligaciones que nos compete en el tiempo.
Cuando las Enseñanzas del Maestro vibran entre las cuatro paredes de un templo doméstico :
• Los pequeños sacrificios tienen la felicidad común.
• La observación insensata es oída sin revelarse.
• La calumnia es recibida con calma.
• La maldad no encuentra brecha para insinuarse.
Y ahí, dentro de ese paraíso, que algunos ya están edificando el beneficio de sí mismos y de los otros; que el estímulo es un cántico de solidaridad incesante; la bondad es una fuente de paz y entendimiento; la gentileza es inspiración de todas las horas.
La sonrisa es sombra de cada uno, y la palabra permanece revestida de luz, vinculada al amor que el Amigo Celeste nos legó.
Solamente después de la experiencia evangélica en el hogar, el corazón estará realmente apto, habilitado a distribuir el Pan Divino de la Buena Nueva junto a la multitud, aunque debamos el esclarecimiento amigo y el consejo santificante a los compañeros del camino humano, en todas lascircunstancias.”

Emmanuel

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