sábado, 2 de julio de 2016

LUGAR DESIERTO


Y él les dijo: Venid vosotros aquí, aparte, a un lugar desierto y reposad un poco:'(Marcos, 6:31.)
 

La exhortación de Jesús a los compañeros se reviste de singular importancia para los discípulos del Evangelio en todos los tiempos
Se torna indispensable aprender  en el camino  que el Maestro  aguarda en un "lugar aparte" en que  constructivo aprendices paran para el reposo en su amor.
En el precioso símbolo, tenemos al santuario íntimo del corazón sediento de luz divina.
De ningún modo se refería el Señor tan solo a la soledad de los sitios que favorecen la meditación, donde siempre encontramos sugestiones de la naturaleza humana. Se reportaba a la cámara silenciosa, situada dentro de nosotros mismos.
Más allá de eso, no podernos olvidar que Espíritu sediento de unión divina, desde el momento en que se sumerge en las corrientes del idealismo superior, pasa a sentirse desajustado, en profundo aislamiento en el mundo, aun sirviéndole, diariamente, conforme a los infalibles designios de lo Alto.
En el templo secreto del alma, Cristo espera por nosotros, a fin de revigorizarnos las fuerzas exhaustas.
Los hombres iniciaron la búsqueda del “lugar desierto” recogiéndose a los monasterios o los paisajes agrestes; sin embargo, la enseñanza del Salvador no se fija en el mundo externo.
Prepárate para servir al Reino Divino en la ciudad o en el campo, en cualquier estación, y no procures descanso impensado, convencete de que muchas veces la inmovilidad del cuerpo es tortura del alma. Antes de todo, busca descubrir, en ti mismo, el "lugar aparte" donde reposarás en compañía.


No hay comentarios:

Publicar un comentario