lunes, 13 de junio de 2016

EL TRABAJO



Después de la tensión experimentad en el transito sofocante, llegas invariablemente al lugar de trabajo con mal humor, con cansancio e indisposición.
Te relacionas con las necesidades que debes sufrir y sufres la coyuntura que se te impone, en el trabajo diario.
Ves a otros individuos que parecen prósperos y felices, usufructuando beneficios en la vida que nunca te llegaran, y la amargura te lleva  a animarte hacia   un sentimiento de dolor.

Evita caer en el desaliento, esto es una idea falsa.
El trabajo es el don de la vida, que dignifica y mantiene al hombre. En toda parte el trabajo se impone como una ley que sostiene el equilibrio.
Sin el todo retornaría al caos o al principio, y los objetivos superiores naufragarían en el tedio y la ociosidad de las quejas.
Busca, por tanto, motivación para hacer bien tu trabajo, renovándote en él y allí colocar tus mejores empeños, de modo que te enriquezcas de la justa gratificación emocional en relación a tu maravilloso medio de ganar con nobleza el pan diario.

Joanna de Angelis  Libro Episodios Diarios.

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