¡Cristianos amaos!
Y como representáis esta acción?
Como
es el verbo, que está llamado a hacerse presente en cada uno de vosotros a través
de las buenas obras y que debéis ser luz y expresar amor en todas las horas del
día. Al mirar a la ventana en la primera hora del día cuando abras tus ojos, estáis
diciendo ¡gracias! por lo que el Creador
ha puesto delante de vosotros.
Ante la primera dificultad de la
mañana, tal vez el grifo de la llave no permita salir suficiente agua, más esto
no es motivo para no seguir adelante, continuad en cada día atendiendo el
llamado de Jesús con paciencia, con fe con esperanzas que permitan que cada
palabra sea sincera de donde proviene y llegue sincera a cada hermano con que os
relaciones.
En el día a día cuidad los frutos
del árbol de la vida que el Evangelio os aclara si no os tornáis áridos de corazón
, antes por el contrario siendo dulces a vuestro paso, sed misericordiosos, atended
con piedad el llamado de quienes os llamen a la puerta pidiendo consuelo, cubrid
la necesidad del hermano y ese alimento de vida será la savia del árbol para
que las raíces se afinquen en un suelo fértil que será cada vez más y más fértil…
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