“Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán
consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de
justicia, porque ello serán saciados. Bienaventurados los que
padecen persecuciones por la justicia, porque de ellos es el reino de
los Cielos.” (San Mateo, 5:5, 6 y 10.)
“Bienaventurados vosotros, los que sois pobres, porque
vuestro es el reino de los Cielos. Bienaventurados vosotros, los que
tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Felices vosotros, los
que lloráis ahora, porque reiréis. (San Lucas, 6:20 y 21.)
”Mas ¡ay de vosotros, los ricos!, porque tenéis vuestro
consuelo en el mundo. ¡Ay de vosotros, los que estáis saciados!,
porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que reís ahora!, porque
gemiréis y lloraréis.” (San Lucas, 6:24 y 25.)
consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de
justicia, porque ello serán saciados. Bienaventurados los que
padecen persecuciones por la justicia, porque de ellos es el reino de
los Cielos.” (San Mateo, 5:5, 6 y 10.)
“Bienaventurados vosotros, los que sois pobres, porque
vuestro es el reino de los Cielos. Bienaventurados vosotros, los que
tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Felices vosotros, los
que lloráis ahora, porque reiréis. (San Lucas, 6:20 y 21.)
”Mas ¡ay de vosotros, los ricos!, porque tenéis vuestro
consuelo en el mundo. ¡Ay de vosotros, los que estáis saciados!,
porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que reís ahora!, porque
gemiréis y lloraréis.” (San Lucas, 6:24 y 25.)
TE AFLIGES por la cercania del pariente poco simpatico.
Te olvidas, no obstante, de aquellos que deambulan sin rumbo.
TE AFLIGES por un leve dolor de cabeza al que el remedio alivia.
Te olvidas, aun asi , de los que son portadores de la prueba de locura tras las rejas de un manicomio.
TE AFLIGES por perder el bus en el momento apropiado.
Te olvidas , entre tanto, de los que yacen retenidos en camastros de sufrimiento y anhelan el consuelo de arrastrarse al menos.
TE AFLIGES por el error reparable de la costurera en las prendas de vestir que le encargaste.
Te olvidas , sin embargo, de aquellos cuya piel ha sido invadida por llagas y no se quejan.
TE AFLIGES por las travesuras de tu pequeño hijo desordenado.
Te olvidas , sin embargo de las criaturas perdidas que viven en la intemperie.
TE AFLIGES por insignificantes deberes en el ambiente domestico.
Te olvidas, por consiguiente, de los que lloran a solas en los lechos de los hospitales.
TE AFLIGES tantas veces por insignificancias o bagatelas...
Mira,entre tanto , hacia atras, y cuando identifiques las aflicciones de los otros, agradeceras al SEÑOR tu propia felicidad que no conseguías apreciar.
Emmanuel.
E.S. E.CAP V Item 3
Justicia de las aflicciones
Las compensaciones que Jesús promete a los afligidos de la Tierra sólo pueden tener lugar en la vida futura. Sin la certeza del porvenir, esas máximas serían absurdas; más aún, serían un engaño. Incluso con esa certeza, difícilmente comprendemos la utilidad de sufrir
para ser felices. Se dice que así sucede para conseguir más mérito. Pero en ese caso nos preguntamos: ¿por qué algunos sufren más que otros? ¿Por qué algunos nacen en la miseria y otros en la opulencia, sin que hayan hecho nada que justifique esa situación? ¿Por qué a algunos nada les sale bien, mientras que a otros todo parece sonreírles? Sin
embargo, lo que se comprende menos aún es ver los bienes y los males tan desigualmente distribuidos entre el vicio y la virtud; así como ver que los hombres virtuosos sufren
al lado de los malos que prosperan. La fe en el porvenir puede consolar y aportar paciencia, pero no explica esas anomalías que en apariencia desmienten la justicia de Dios.
No obstante, siempre que se admita la existencia de Dios, no es posible concebirlo sin la infinitud de las perfecciones. Dios debe ser todo poder, todo justicia, todo
para ser felices. Se dice que así sucede para conseguir más mérito. Pero en ese caso nos preguntamos: ¿por qué algunos sufren más que otros? ¿Por qué algunos nacen en la miseria y otros en la opulencia, sin que hayan hecho nada que justifique esa situación? ¿Por qué a algunos nada les sale bien, mientras que a otros todo parece sonreírles? Sin
embargo, lo que se comprende menos aún es ver los bienes y los males tan desigualmente distribuidos entre el vicio y la virtud; así como ver que los hombres virtuosos sufren
al lado de los malos que prosperan. La fe en el porvenir puede consolar y aportar paciencia, pero no explica esas anomalías que en apariencia desmienten la justicia de Dios.
No obstante, siempre que se admita la existencia de Dios, no es posible concebirlo sin la infinitud de las perfecciones. Dios debe ser todo poder, todo justicia, todo
bondad, pues sin eso no sería Dios. Ahora bien, si Dios es soberanamente bueno y justo, no puede obrar por capricho ni con parcialidad. Las vicisitudes de la vida tienen, pues, una causa, y puesto que Dios es justo, esa causa debe ser justa. Esto es lo que todos debemos asimilar correctamente.
Dios orientó a los hombres hacia el descubrimiento de esa causa mediante las enseñanzas de Jesús, y en la actualidad, al juzgar que se hallan suficientemente maduros para comprenderla, la revela por completo a través del espiritismo, es decir, mediante la voz de los Espíritus
Dios orientó a los hombres hacia el descubrimiento de esa causa mediante las enseñanzas de Jesús, y en la actualidad, al juzgar que se hallan suficientemente maduros para comprenderla, la revela por completo a través del espiritismo, es decir, mediante la voz de los Espíritus
No hay comentarios:
Publicar un comentario