miércoles, 21 de octubre de 2015

TRABAJAR SIEMPRE



Ociosidad no es solamente la estigmacion de progreso.
Es Necesario auscultar en las desventajas profundamente. No será preciso para eso, recorrer los elementos de poesía y retorica. Basta consultar el historial de la vida. Ciertamente que la vida se exige esfuerzo primero que todo, en tanto se necesita la acción, el esfuerzo no basta.
El espíritu es llamado a aprender, a fin de expresarse y no puede expresarse sin trabajo.
Todo el que esta creando en la esfera de la naturaleza no se detiene esperando al servidor.
Nada será  reservado a la pereza, porque el espectáculo de la miseria  se presenta al perezoso como su propia casa.
Los descubrimientos y las invenciones en el mundo son pruebas de espiritus que se decidieron a trabajar, requiriendo  las fuerzas del Universo.
Genio y diligencia aplicada.
Durante milenios , millones de hombres cruzaron difícilmente el camino de la tierra, aprovechando el sudor de las bestias. Basto la intervención de espíritus trabajadores reencarnados en el planeta para la solución de problemas de conducción  y de transporte, el hombre de hoy, se desplaza fácilmente de un polo a otro , así mismo a la velocidad que el desea.
En las luchas inferiores de la evolución, el trabajo aparece como efecto de la domesticación de la voluntad. El hombre primitivo, primero fue obligado para conseguir con que comer.Luego vino el aprendizaje donde unos esclavizaban a otros a lo largo de las reencarnaciones a fin de acordarse del valor del trabajo.
A medida que la educación se expande, el trabajo conquista nuevos trofeos de nobleza, hasta alcanzar con la doctrina espirita, el brillo del corazón y de la inteligencia.
No nos engañemos.
Los principios espiritas nos dan a a conocer  los elevados planos de la alegría y liberación.
El deber de servir, la felicidad de ser útil Define los caminos y los objetivos.
Dejemos atrás las insignias muertas de reencarnaciones inútiles en que tantas veces nos enfrentamos a la indolencia dorada.
De cuando en cuando visitemos un museo por algunos minutos  , y reconoceremos la transitoriedad de las palmas exteriores, aprendiendo que solo existe un trabajo para la felicidad: la felicidad de trabajar.
Emmanuel

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