Uno de los problemas más graves de la sociedad humana, en la actualidad, es el consumo indiscriminado, y cada vez más creciente, de las drogas, por parte no sólo de los adultos, sino también de los jóvenes y lamentablemente, de los niños, principalmente en los centros urbanos de las grandes ciudades.
La situación es tan preocupante que científicos de varias partes del Planeta, reunidos, llegaron a la siguiente conclusión: "Los drogadictos de hoy pueden no sólo estar poniendo en peligro su propio cuerpo y mente, sino estar haciendo una especie de ruleta genética, al proyectar sombras sobre sus hijos, y nietos aún no nacidos.
El efecto destructor de las drogas es tan intenso que extrapola los límites del organismo físico de la criatura humana, alcanzando y comprometiendo, sustancialmente el equilibrio y la propia salud de su cuerpo periespiritual. Tal situación, sumada a aquellas de naturaleza fisiológica, síquica y espiritual, principalmente las relacionadas con sus vinculaciones a entidades desencarnadas en desequilibrio, responden, indudablemente, por los sufrimientos, enfermedades y desajustes emocionales y sociales a las que vemos sometidos a los viciosos.
En instantes tan preocupantes de la caminata evolutiva del ser humano en nuestro planeta, cabe a nosotros, no sólo difundir las informaciones antidrogas que nos llegan del plano espiritual benefactor que nos asiste, sino también concentrar esfuerzos en combatir las drogas, en su aspecto preventivo y en la asistencia a los ya sufridos por el mal.
Según Emmanuel (antes guia de Chico Xavier: "El enfermo, al alimentar el vicio de esas entidades que se le unen, para usufructuar de esas misma inhalaciones embriagantes, a través de un proceso de simbiosis en niveles vibratorios, recoge en su perjuicio las impregnaciones fluídicas maléficas de aquellas, tornándose enfermizo, triste, grosero, infeliz, preso a la voluntad de entidades inferiores, sin el dominio de la conciencia de sus verdaderos deseos."
Si se puede decir
a las drogas NO. “Quien las usa se esta destruyendo”
Pregunta 911 L.E.
¿No hay pasiones
tan vivas e irresistibles que la voluntad sea impotente de refrenar?
- Existen muchas personas que dicen: “quiero”,
pero sólo en sus labios hay voluntad. Quieren, mas, están muy satisfechas de
que la cosa no se produzca. Cuando alguien cree no poder dominar sus pasiones,
es porque su Espíritu se complace en ellas, de resultas de su inferioridad. El
que trata de reprimirlas tiene conciencia de su naturaleza espiritual.
Derrotarlas significa para él una victoria del Espíritu sobre la materia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario