INSEGURIDAD

Hay momentos en que se mezclan  el sentimiento de lucha con emociones desconcertantes.

Remanentes del atavismo ancentral, que permanece en continua participación, se las arreglan para vencer y le dan cobijo en la guarida, estimulado por la impiedad y la presunción.

Como  se extiende de manera agresiva, tienes la impresión de que serás la próxima víctima.
Teniendo en cuenta las incertidumbres derivadas de la beligerancia generalizada absorbes ese vapor deletéreo  que se expresa en forma de inseguridad.

Ten cuidado con ese tipo de fobia hacia en relación al presente y  al futuro hacia los que te rodean.

Hay quienes se arman, pensando en reaccionar cuando son  atacados.
Otros se condicionan  para la agresión en el primer paso, como un mecanismo de defensa.
Varios se revisten  de falsa superioridad, evitando contactos humanos que parecen desagradarle.

Desármate de esos vanos atavíos.
Yérguete en pensamiento hacia  Dios y confia en él.
Sólo sucede si es necesario para el progreso del hombre, excepto cuando él irresponsablemente  provoca situaciones los acontecimientos atraen la imprevisión y la precipitación.

Cultivando el optimismo y la paz avanzarás  día a día venciendo al tiempo y ahorrándote la inseguridad en los estados íntimos en su día a día, ganar tiempo y le ahorra la inseguridad de los estados íntimos que están solo bajo el comando de Dios.

Episodios Diarios. Joanna de Angelis.